Cinco jóvenes de nacionalidad marroquí y belga, tres de
ellos hermanos, ratificaron ayer en los juzgados de Melilla
la denuncia que presentaron el día 23 por un supuesto
maltrato policial que sufrieron en el paso fronterizo de
Beni Enzar, uno de los cuatro que separan la ciudad autónoma
de Marruecos.
Yassine, Khalid, Samir, Youssef y Mohamed, de edades
comprendidas entre los 18 y 28 años, nacidos y residentes en
Bélgica, se han personado hoy en las dependencias
judiciales, acompañados por su abogado, Javier Guisasola,
para iniciar un proceso por un delito de extralimitación o
brutalidad policial, así como de lesiones.
Este incidente ya fue denunciado por las propias autoridades
marroquíes, a través de su ministerio de Asuntos Exteriores,
mientras que la Delegación del Gobierno en Melilla, por su
parte, calificó la actuación policial como “proporcionada”,
en función de la situación provocada, para garantizar el
normal funcionamiento de la frontera.
Hay que recordar que los hechos se produjeron el pasado 16
de julio cuando los jóvenes se disponían a cruzar la
frontera en un vehículo y, según su versión, una agente les
obligó a quitar una bandera marroquí que llevaban en el
asiento de atrás.
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