Mi última reflexión del mes de
julio no versará sobre las cuestiones que han capitalizado
horas y horas de informativos durante estos últimos meses.
Meses repletos de noticias negativas aunque, también algunas
muy positivas. Podría resumirlas con unas pocas palabras;
recesión, cuentas públicas, desempleo, déficit público,
derechos sociales, impuestos, tarifas, manifestaciones,
nombramientos, pañuelos y triunfos deportivos, destacando de
entre estos últimos, los de Nadal en Roland Garros y
Wimbledon, Contador en el Tour, Jorge Lorenzo en el Mundial
de Motociclismo y la Selección Española Absoluta de Fútbol,
que por primera vez, obtiene el Campeonato del Mundo de esta
modalidad deportiva.
Por ello, hoy siento la necesidad de posponer todas estas
cuestiones y algunas más para próximos artículos. Hoy me
centraré exclusivamente en el hecho de que la finalización
del mes de julio significará para todos nosotros, ceutíes y
visitantes, el inicio de las Fiestas Patronales en honor de
nuestra patrona, la Virgen de África. Fiestas, que
comenzarán el próximo fin de semana. Días, durante los
cuales. los ceutíes tenemos la obligación de aplazar todas
nuestras preocupaciones para más adelante, dedicándonos
exclusivamente en disfrutar plenamente de la semana de feria
en compañía de familiares y amigos quienes, recorreremos un
paseo de la Marina completamente engalanado, con olor a
algodón y azúcar quemado, repleto de los tradicionales
carromatos y casetas, donde pequeños y mayores, iniciaremos
nuestro peregrinar hasta el recinto ferial, en el que los
arcos de entrada allí instalados, ofrecerán a sus
visitantes, la mejor entrada hacia casetas, atracciones,
tómbolas y carromatos, en los que ceutíes y visitantes,
disfrutaremos plenamente de las noches feriales.
En definitiva, un año más, la finalización del mes de julio
y la llegada del de agosto, aproxima a nuestra memoria
sueños e ilusiones del pasado, momentos de diversión junto a
familiares y amigos. Recuerdos de niñez que regresan a
nuestras vidas al igual, que regresan a nuestra ciudad
aquellos amigos que compartieron junto a nosotros miles de
experiencias. Y como no podía ser de otra manera, finalizó
esta humilde reflexión deseándoles mis mejores deseos de
felicidad para estos próximos días así como, hasta la
finalización del periodo estival recordándoles, que la
moderación en todos los aspectos de nuestras vidas y en
particular, en los momentos de diversión, se convierte en el
mejor reclamo para una felicidad plena. Felices Fiestas
Patronales y feliz final de verano.
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