Las obras de remodelación y recuperación de la céntrica
iglesia de ‘San Francisco’ continúan su curso después del
visto bueno dado por el laboratorio tras los estudios
realizados y que confirmaron que la primera fase,
consistente en afianzar la cimentación a través de unos
micropilotes, ha sido todo un éxito. Esto ha provocado que
el Consejo de Gobierno aprobara ayer un gasto plurianual en
cinco años de 180.000 euros destinado como subvención
nominativa a la Vicaría para continuar con la recuperación
de este templo de la comunidad agustiniana.
El Consejo de Gobierno aprobó en la jornada de ayer un gasto
plurianual en cinco años de 180.000 euros que irá destinado
como subvención nominativa a la Vicaría de Ceuta para
realizar las obras de recuperación y adecentamiento de la
Iglesia de San Francisco.
Este céntrico templo agustiniano lleva dos años de obras con
la intención de recuperarlo de los graves desperfectos
estructurales que ha sufrido en los últimos años, algo que
hizo que la cimentación comenzara a ceder, temiéndose un
posible derrumbamiento.
Por tal motivo, hace más de un año que la Iglesia cerró sus
puertas a la feligresía de la zona. Tras los buenos informes
remitidos y el avance en las obras, la intención de la
comunidad agustiniana es habilitar el patio lateral que
posee para oficiar misa allí el próximo dia 1 de septiembre,
algo que actualmente no puede llevarse a cabo porque dicho
patio se le ha dejado a la Hermandad de las Penas para que
guarden el paso del Cristo de la Humildad y Paciencia hasta
que encuentren un lugar o almacén donde preservarlo.
Con respecto a la la segunda fase de la restauración de la
Iglesia de San Francisco, el padre Isidro Labrador destacaba
al diario El Pueblo de Ceuta que una vez dado el visto bueno
desde el Laboratorio, se mantuvo una reunión con el
arquitecto Miguel Rial quien se ha ceñido escrupulosamente a
lo que aconsejaba el estudio patológico que se hizo sobre la
iglesia, y ha elaborado una guía de las líneas a seguir en
la siguiente fase y que han sido aconsejadas por parte del
laboratorio.
Una vez finalizado y comprobado que esta primera actuación
dio resultado, el pasado día uno de julio se iniciaba la
ejecución de la segunda fase, la cual encierra la
restauración de toda cubierta.
Es esta parte precisamente la que presenta un estado
deplorable, bastante deteriorado y que exige el cambio
completo de la misma, así como del coro, que son las partes
más afectadas, y otras pequeñas actuaciones que terminarían
de adecentar y otorgar a la iglesia su estado original.
A este respecto el padre Isidro destacaba el laborioso
trabajo que supondrá la recuperación de la cubierta ya que
se tiene que hacer teja a teja.
Este proceso ya ha comenzado con el fin de que pueda estar
casi finalizado antes de que vuelva a aparecer la época de
lluvias.
Finalmente una vez afrontadas las obras de mayor calado en
esta segunda fase se abordará el resto cuyo objetivo es
devolver a la Iglesia de San Francisco el mismo aspecto que
ofrecía en el año 1723 cuando fue inaugurada.
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