No está mal, tras su actuación en
Ceuta, el pasado mes de abril, que haya sido cogido, con las
manos en la masa, en otra fechoría similar a la de Ceuta,
ahora en Málaga.
Lo de Ceuta, para algunos, parecía estar olvidado, su atraco
a Unicaja había pasado para casi todos, menos para los que
sufrieron ese atraco, y menos para la policía, que ni se
olvida de lo de hoy, ni deja de lado lo de hace meses.
El individuo en cuestión estaba en el punto de mira, y en su
siguiente actuación ha caído, en Málaga, cuando a “punta de
pistola” utilizaba las mismas artes, que utilizó en Ceuta.
Y también el lugar elegido era otra caja de ahorros,
Ibercaja, en el Boulevard Louis Pasteur.
La sorpresa, al menos para mí, es que el angelito no era un
desheredado de la suerte, ni mucho menos. Tampoco era un
joven, sin oficio, ni beneficio, al que alguien hubiera
podido tildar de un simple “niñato”, un “golfete” o algo
similar.
Aquí estamos pisando otro terreno y es que el “caballero” en
cuestión, parece ser un hombre hecho y derecho, entrado en
años, por encima de los 50 y además, teniente coronel en la
reserva. Un garbanzo “negro” puede aparecer en cualquier
“cocido”.
Debía conocer bien, porque el “trabajo” le permitía recorrer
las calles, el lugar donde mejor dar el golpe, primero en
Ceuta y luego en Málaga, en cuyas ciudades tenía domicilio,
no sé de qué forma.
Paso de dar iniciales de nombre y apellidos, no me agrada
hablar de quienes desprestigian una profesión seria y
honrosa, y la de este caballero lo había sido, aunque él no
haya actuado a tono con esa profesión, en estos dos casos.
En algo se debió equivocar, además de en su forma de actuar,
y es en su indumentaria, que parece que repitió en las dos
actuaciones de Ceuta y Málaga:”llevaba gorra y barba”. De
haber sido inteligente, no digo listo, que intentó serlo,
habría cambiado de atuendo. Pero así ha sido mejor, porque
ya no habrá una tercera intervención, o eso esperamos, yo al
menos.
A la Policía Nacional, en principio, no le cabe la menor
duda de que es el mismo sujeto de Ceuta el que han “cazado”
en la capital de la Costa del Sol.
En estos momentos, y es lo bueno, hay intercambio de
colaboración entre las Policías de Ceuta y de Málaga.
De Ceuta, pues, se había escapado “con plumas”, en su día.
En Málaga fue detenido tras atracar a una sucursal de
Ibercaja.
Y como cuando sale bien algo, parece que, lo mejor es no
cambiarlo, este listo hizo algo parecido en Málaga, a lo que
había hecho en Ceuta, entró en la entidad bancaria momentos
antes de cerrar al público, e intimidó al personal con una
pistola, con lo que logró que le entregaran el dinero
disponible en caja.
No pudo ir muy lejos, lo celebro. Se le arrestó, lo celebro
más y se le intervino el arma y su “atuendo favorito: la
gorra”.
Iba para especialista, pero se quedó en aprendiz, trató de
hacer fortuna y no llegó demasiado lejos. Al final, no ha
pasado de un simple raterillo, pero con aspiraciones a ...,
nada.
Lo que más me desagrada de todo este asunto es que, de ser
el mismo el de Ceuta y Málaga, el último destino que había
tenido en Ceuta fue, nada más y nada menos que, en la
Comandancia General, un lugar honroso y emblemático aquí, en
el que estuvo un insensato. Es lamentable, pero hay quien no
está a tono con el lugar en el que vive o trabaja.
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