Miércoles 21 de julio de 2010. 89
aniversario de la crucial batalla en la que las “harkas”
rifeñas de Mohamed ben Abdelkrim El Khatabi derrotaron al
ejército del general Manuel Silvestre. Justo el día de la
nefasta retirada por las angosturas del desfiladero de
Izzumar entraba traqueteando con mi vetusto coche, para
sorpresa de los presentes, en Talilit, antigua posición
avanzada que debía asegurar el cerro de Buymeyan protegiendo
la posición central de Silvestre en la ratonera de Annual.
Soplaba una leve brisa, los campos estaban cultivados y el
antiguo lugar de la esforzada aguada lucía ahora cubierto de
verdor; varias mezquitas salpicaban el terreno, aunque la
loma de los árboles (gran error táctico de Silvestre al no
ocuparlo cuando podía), en uno de cuyos extremos se
vislumbraba Igueriben, destacaba limpia de construcciones
salvo unas antena de telefonía junto a la desastrada
carretera que conduce a Temsaman.
Llegué tarde y no pude asistir al acto que, a media mañana y
organizado por el ministerio del Interior, había contado con
la presencia de Mustafá Laktiti, Alto Comisario de los
Antiguos Resistentes y Antiguos Miembros del Ejército de
Liberación. En el concreto caso de Annual una vergüenza,
otro torcijón mediático, un sucio intento espurio de Rabat
alterando sin pudor los hechos para intentar capitalizar en
su favor la histórica batalla, robándole la victoria a sus
legítimos dueños, las “harkas” de la efímera República del
Rif cuya intención no era, en absoluto, apoyar al Makzhén
cuyos escasos efectivos, las tropas jalifianas, combatían al
lado de las españolas y las francesas. ¡Qué caradura tiene
esta gente, qué falta de pudor, cómo alteran sin inmutarse
la historia!.
En Nador de donde procedía (atrás quedaron en la memoria
histórica el brutal crimen de guerra de Monte Arruit, las
heroicas cargas de los escuadrones de Alcántara procedentes
de Dar Driuss, Ben Tieb…), miembros de la Asociación
Nacional de la Prensa junto a militantes de la Coordinadora
de la Sociedad Civil en el Norte de Marruecos, liderada en
la zona por el veterano Abdelmonaim Chauouki (sobrino nieto
por cierto del mítico caíd Abdelkader, cuyo heroico gesto
junto al de dos oficiales de Regulares salvó a Melilla de
ser debelada por Abdelkrim), se habían concentrado pasadas
las 12 de la mañana delante del Consulado General de España
para protestar por los incidentes e irregularidades en la
frontera melillense de Beni-Enzar. Mi rápida partida hacia
Annual, objetivo central del viaje, impidió por el momento
que pudiera entrevistarme con el controvertido político
marroquí Yahya Yahya pues justo para este día, 89
aniversario de la derrota y retirada de Annual, estaba
organizada una marcha hacia el peñón de Vélez de la Gomera
exigiendo la retirada de España de sus territorios y
posesiones (Ceuta y Melilla, Alhucemas, Vélez de la Gomera y
Chafarinas) históricamente insertos en la costa norte del
actual Marruecos. Marcha que, al parecer y según fuentes
solventes, tan solo se habría “retrasado”. Supongo que a la
espera de la imperativa “luz verde” por parte de la
autoridad rabatí correspondiente.
En Tetuán, hacia donde seguí a uña de caballo, el
prestigioso abogado Hajji anuló también finalmente las
concentraciones previstas, primero para la tarde del jueves
y luego para la del viernes, frente al Consulado General de
España en la Blanca Paloma de la Yebala. Pospuestas también
supongo. Aun colea la “cartelada” de “Ceuta ocupada” del
pasado domingo.
Las espadas están en alto. España atraviesa un momento bajo,
económica y sobre todo políticamente hablando. Marruecos lo
sabe y analiza fríamente. Si algo quiere de España… ahora es
el momento.
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