Muchos habitantes de la barriada de Villajovita ya han
“tirado la toalla”. “Parece que de este barrio sólo se
acuerdan cuando hay elecciones” sentencia el presidente de
su Asociación de Vecinos, Alfonso Ros Pizarro. Y es que su
entorno es presa de numerosas y visibles carencias de tipo
urbanístico. Desde el conjunto monumental de las Murallas
Merinidas “limpio pero poco embellecido” hasta diversos
solares abandonados a la basura pasando por carreteras en
mal estado se cuentan entre las cicatrices que surcan a
Villajovita, que, como asegura su presidente, “lleva casi un
año pidiendo el conjunto de mejoras que necesita”.
Los vecinos de la barriada de Villajovita llevan “alrededor
de un año” pidiendo un conjunto de mejoras que “nunca llegan
a pesar de que las administraciones que deben encargarse de
ellas han sido avisadas, y en más de una ocasión”. Y es que
la zona presenta realmente un gran número de carencias
urbanísticas “desde hace mucho tiempo”, lo cual ya ha hecho
perder la esperanza a más de un vecino. “Parece que de este
barrio sólo se acuerdan cuando hay elecciones” sentencia
Alfonso Ros Pizarro, el presidente de la Asociación de
Vecinos de la zona.
La lista de problemas que Villajovita tiene debido al mal
estado que presentan muchos de sus espacios es larga. Al
entrar al barrio por la subida de la calle Tirso de Molina,
que según aseguran sus vecinos “no era más que un empedrado
hasta hace poco menos de tres meses”, ya se pueden observar
numerosos cables de la luz que, enmarañados, se acercan
“peligrosamente” a una de las ventanas del número 12 de
dicha zona, junto a la cual se encuentran, además, dos
solares particulares en estado de abandono en los que, tal y
como afirman los vecinos, “se han podido ver ratas
transitando por encima del muro que los cerca”.
“Estos solares, sin embargo, por lo menos están cerrados por
muros” declaran estos mismos vecinos, que señalan al que se
encuentra en la esquina de la calle Menéndez Pelayo y que,
presa de los matorrales y de la basura, no está clausurado.
“Hay cucarachas y ratas y entre la basura se pueden
encontrar hasta jeringuillas y preservativos usados”
explican los vecinos, que añaden que “además, el lugar es un
blanco muy fácil para acoger ‘trapicheos’ de toca clase”.
Otro de los asuntos que más critican los residentes en esta
barriada es el relativo al estado en el que se encuentra el
conjunto monumental de las Murallas Merinidas. “El lugar,
muy visitado por intereses turísticos, está ahora limpio
pero no ha sido embellecido con árboles, plantas u otro
mobiliario, y el asfaltado de la zona está resquebrajado: es
una pena que este espacio único no pueda ser más atractivo”
describen los vecinos, que además señalan a los bajos de la
carretera que, desde estas murallas, desciende junto al
Campo Federativo José Benoliel, “que se están descarnando
poco a poco y que cualquier día se vienen abajo”.
Los habitantes de la barriada de Villajovita siguen
reivindicando, además, “un espacio recreativo para que los
niños puedan jugar”.
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