Aunque la plaga está ya prácticamente controlada, desde que
apareciera el pasado mes de octubre el escarabajo picudo
rojo ha acabado con la vida de 140 palmeras en Ceuta, el
cinco por ciento del total que se posee. La tala y la
fumigación son las únicas armas con que se cuenta para
combatir la infestación.
Una plaga que comenzó en octubre no sólo en Ceuta, sino
también en el sur de la Península, el Levante e incluso
países como Italia y Grecia, y que en la ciudad autónoma se
ha cobrado ya la vida de 140 palmeras, el 5 por ciento de
las 2.866 que posee la urbe. El escarabajo picudo rojo está
diezmando estos arbustos.
Así lo explicó a EL PUEBLO el biólogo de Obimasa José Luis
Ruiz, encargado desde que comenzó la plaga del control y
erradicación del temido insecto. El protocolo de actuación
está bien definido: cuando se detecta la presencia de larvas
del escarabajo picudo en el interior de la palmera se
procede a su destrucción, talándola y quemando de manera
controlada sus restos.
Las larvas del escarabajo picudo rojo viven en el interior
de la corona de la palmera, por eso se tala para evitar la
infestación de los ejemplares que pueda tener cercanos.
Desde Obimasa se está abordando un tratamiento fitosanitario
de todas estas palmeras. Es decir, que están siendo objeto
de fumigación.
Los nematodos entomopatógenos, lo que coloquialmente se
entiende como gusanos, son introducidos también en muchos
pies para prevenir el azote del escarabajo picudo rojo. Sin
embargo, como reconoce el propio biólogo de Obimasa, no son
efectivos al cien por cien, aunque sí consiguen aminorar la
voracidad de la plaga de escarabajos.
Naturalmente, existen unas zonas de la ciudad autónoma donde
las palmeras están más afectas por este insecto que en
otras. Así, los puntos vulnerables a efectos del ataque del
escarabajo picudo rojo son todo el campo exterior de la
ciudad y la zona oeste, fundamentalmente las barriadas de
Postigo, la carretera que conduce al embalse del Renegado y
Los Rosales.
Las palmeras afectadas se talan y ya no vuelven a ser objeto
de replantación, tal y como recomienda en el Boletín Oficial
de la Ciudad de Ceuta (BOCCE) extraordinario número 6, de
fecha de 30 de octubre de 2009, publicado cuando se detectó
la presencia de la plaga.
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Todas las infestadas son palmeras canarias
A diferencia de otras zonas
afectadas por la plaga, en Ceuta todos los pies infestados
se corresponden con ejemplares de palmera canaria. Es decir,
que el escarabajo picudo rojo está esquivando las palmeras
datileras y la washintonia. Sin embargo, la especie afectada
constituye casi la mitad de las palmeras plantadas en Ceuta.
Concretamente son 1.314. La Consejería de Medio Ambiente
está desarrollando trabajos continuos para erradicar esta
plaga con una vigilancia exhaustiva del estado fitosanitario
de la totalidad de las palmeras de la ciudad autónoma. Entre
estos trabajos, cabe citar un censo de los pies que se
poseen en Ceuta, que ha permitido discernir los datos que se
vienen exponiendo en este periódico. Sin embargo, que la
plaga se esté circunscribiendo a la palmera canaria no es
óbice para estrechar también el cerco sobre otras especies.
De hecho, en otras zonas de España y Europa que también se
han visto azotadas por esta plaga también se ha encontrado
ejemplares de palmeras datileras y washintonias infestadas
por el escarabajo picudo rojo. Sea como sea, desde la
Consejería de Medio Ambiente se ha querido mandar un mensaje
de tranquilidad en el sentido de que la plaga está, si no
extinguida, sí bastante controlada, por lo que el riesgo de
una extensión del insecto más allá de la fronteras de la
ciudad autónoma se da por descartado gracias al trabajo y el
tesón de los técnicos de Obimasa por erradicar un problema
que afecta a uno de los árboles más característicos de la
flora ceutí.
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