Cada vez que he tratado este
asunto he partido de la idea de que todo ciudadano tiene el
derecho a manifestar sus ideas, amparado por la propia
Constitución.
Ahora bien, ese reconocimiento a poderse manifestar una
persona, también, lleva aparejado el reconocimiento a que
aquel que no se esté manifestando, no tiene por qué ser
molestado por los manifestantes.
En Ceuta, con manifestaciones o sin ellas, también, hemos
dicho en muchas ocasiones que el problema del ruido era algo
“casi” congénito con el vivir diario, con lo que si ahora le
añadimos el trajín diario, desde febrero hasta hoy, de las
manifestaciones diarias alternando la dirección: Plaza de
los Reyes –Plaza de África, con la dirección inversa: Plaza
de África – Plaza de los Reyes, nos encontramos con un
galimatías cada día que es muy difícil soportar cuando, por
casualidad, te encuentras con la manifestación del día, e
insoportable para aquellos que por vivir en esa ruta, cada
día tienen que soportar las anomalías creadas por los
seguidores de Aróstegui.
Afortunadamente, y ya es hora, parece que se han tomado
cartas en el asunto, muy en serio, por parte del delegado
del Gobierno y desde la más estricta legalidad se ha
comenzado, si no a decir: basta, sí a frenar muchas de las
acciones que se venían cometiendo durante esas
manifestaciones.
La primera conclusión a la que se ha llegado es que: “los
manifestantes de Comisiones Obreras se pasan siempre del
ruido permitido”.
Una afirmación clara, rotunda, contundente y nada gratuita,
puesto que no ha habido ni un solo ceutí, a lo largo de los
muchos meses de esas manifestaciones que no se haya visto
afectado, de una u otra forma, por estos movimientos.
Ahora, sin más, ha intervenido ya la Policía Local con el
uso del sonómetro, tras una resolución de la Delegación del
Gobierno que impide que se sobrepase el límite de
decibelios.
Medida acertada y su puesta en práctica más acertada aún.
El comienzo de las mediciones fue el pasado miércoles,
frente al Palacio de la Asamblea. Mediciones del ruido de
las manifestaciones de Comisiones Obreras.
En esta resolución de la Delegación del Gobierno hay dos
puntos que consideramos claves, por ser, además, claros y
totalmente adecuados para que nadie tenga que soportar
hechos que no desea, lo más mínimo.
En primer lugar, se dice, que no se corte el tráfico,
práctica que se ha venido realizando, a lo largo de los
meses, con el beneplácito de los organizadores de estas
manifestaciones.
Y en segundo término, que no se hagan ruidos molestos, para
los demás conciudadanos.
Naturalmente, no me esperaba otra cosa del sindicato de
clase, en CCOO esto no ha caído muy bien, al haber dado en
el centro de la diana de todos los alborotos que se han
venido cometiendo, durante tantos meses.
Y como lo que más les va es el tratar de gritar más fuerte
que el adversario, CCOO considera que esta medida es ilegal,
injusta y desproporcionada, por lo que se proponen ir,
incluso, a los tribunales. Lo que nos faltaba oír, que los
que rompen la norma pretenden ser protegidos por esa norma.
Está claro, todo lo que cae en el ámbito de Aróstegui es
lío, alboroto y, al final, escándalo.
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