Han sido tres años de sacrificio constante, de apenas ver a
la familia y de apenas salir de casa -salvo para ir al
gimnasio-. Pero, finalmente, todo ha dado sus frutos: el
antiguo jugador de la A.D. Ceuta Pedro Berruezo se ha hecho
con una plaza en el Cuerpo de Bomberos de la ciudad y,
además, lo ha hecho conquistando el primer puesto de las
oposiciones. Berruezo, que venido desde Málaga lleva en
Ceuta doce años, afirma que está “encantado con esta ciudad”
y que no se piensa marchar, ya que aquí ha formado su
familia, de la que ahora, por fin, puede disfrutar antes de
comenzar a trabajar como bombero. Este ex jugador del Ceuta
da las gracias a José Antonio Muñoz, el cual le trajo a la
ciudad en la que conoció a su mujer.
Pregunta.- Ha conseguido cumplir un sueño que pocos
logran: superar una de las oposiciones más duras que
existen. ¿Cómo se siente?
Respuesta.-Estoy muy contento y muy satisfecho conmigo
mismo. Han sido tres años casi completos en los que lo he
sacrificado todo por este sueño, incluso a mi propia
familia. Ahora que ya he conseguido mi objetivo, me siento
orgulloso de haber superado esta prueba y de poder formar
parte del Cuerpo de Bomberos de la ciudad.
P.-Pero no sólo se ha hecho con un puesto en este Cuerpo de
Bomberos. Ha logrado, además, ser el primero de su
promoción. ¿Cómo se consigue llegar tan lejos?
R.-Sacrificio. Esa es la palabra. Si algo he hecho en estos
últimos tres años ha sido sacrificarme y entregarme al
estudio y a la preparación de las pruebas físicas. Hace
falta mucho tesón, mucha constancia: eso es lo principal. Yo
prácticamente sólo veía a mi mujer y a mi hijo para comer y
para cenar. Y a mi madre, que vive en Málaga, hace cerca de
dos años que no la veo. Todo, sin embargo, ha merecido
finalmente la pena y estoy a las puertas de un sueño.
P.-Tiene su plaza en Ceuta de momento. ¿Se piensa quedar
a trabajar y a vivir en esta ciudad?
R.-He aprobado las oposiciones en Ceuta y, por supuesto, yo
me quedo en Ceuta. Estoy encantado con esta ciudad y por eso
vivo en ella desde hace más de una década. Hace doce años
que estoy aquí y aquí tengo a mi familia y a muchos amigos.
Y además, los ceutíes me acogieron muy bien desde el primer
momento; desde que llegué a esta ciudad me encontré como en
mi propia casa. Tengo mucho que agradecerle a Ceuta y a los
ceutíes.
P.-¿Cómo terminó viniendo a Ceuta y, finalmente,
quedándose en ella para formar su familia?
R.-Yo nací en Sevilla pero viví siempre en Málaga hasta que
llegué a esta ciudad para jugar en la A.D. Ceuta, un equipo
para el cual trabajé cuatro temporadas. Después, me marché
fuera otras dos temporadas, pero volví más tarde a la ciudad
para jugar otras cuatro más. Yo conocí a mi mujer en Ceuta y
levanté aquí con ella una familia; la familia que ahora
tengo. Son doce años completos aquí y más que van a ser.
P.-¿Tiene agradecimientos para alguien en especial? ¿Quién
le ayudó a prosperar en sus inicios ceutíes?
R.-Siempre le estaré muy agradecido a José Antonio Muñoz:
fue él quien me trajo aquí cuando vine a trabajar para la
A.D. Ceuta fue y gracias a él que conocí a mi mujer.
P.-Con la dura crisis actual, el trabajar para el Cuerpo de
Bomberos supone un seguro de estabilidad.
R.-Lo es, pero la vocación es también básica y el trabajo
supone poder ayudar a muchas personas.
P.-¿Piensa que hubo transparencia en las pruebas de la
oposición?
R.-Yo creo que sí la hubo. Conozco además a muchos de los
que han conseguido un puesto y sé que se lo merecen. El
sacrificio es enorme y ha tenido su recompensa.
P.-¿Cómo es el día de un opositor?
R.-Yo pasaba toda la mañana en el gimnasio y, después de
comer, toda la tarde estudiando. Pero, tras la cena, volvía
a repasar los temas una o dos horas más. Y los fines de
semana, por supuesto, no existían. Han sido casi tres años
viviendo por y para esto. Pero ha merecido la pena.
P.-¿Tiene algún plan especial para disfrutar ahora que todo
ha terminado?
R.-Como mi mujer trabaja, yo estoy estos días disfrutando de
mi hijo, que el pobre también ha sufrido todo este proceso
de estudio y sacrificio y se merece estar con su padre.
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