PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - VIERNES, 23 DE JULIO DE 2010

 

OPINIÓN / MIS COSAS

Mis cosas
 


ADE
ade
@elpueblodeceuta.com
 

Hoy es viernes, y los viernes me gusta tomarme un pequeño respiro hasta que llega el inicio de la semana donde, de nuevo, vuelve uno al tajo con más ganas de currar que los controladores aéreos, a pesar de que, al parecer, ganan unos cincuenta millones de las antiguas pesetas al año.

Oiga, hoy día, ganar esa cantidad es para ponerse enfermo por depresión al ver, a final de mes tanto dinero en el sobre. Con depresión y todo, de mayor ya no quiero ser bombero, prefiero ser controlador y trabajar las horas que me echen, aunque sea echar más horas que un reloj.

Cambiamos de tema que las bajas de los controladores, es una baja de “altura”, con su despegue correspondiente y su toma de tierra en plan descenso, O sea como los ascensores, arriba y abajo.

Resulta que el semáforo de la bajada de Teniente Arrabal en confluencia con Marina Española, después de que lleven varios días finalizadas las obras, con pavimentación de la calle incluida, sigue en ámbar, con el peligro que ello supone para los vehículos que tratan de alcanzar la marina, donde los conductores van a coger una torticolis de tanto mirar a una lado y a otro,

Igual, un siglo de estos en que no se tenga nada mejor que hacer, se vuelve a poner el semáforo en marcha evitando, con ello, la cantidad de collarines que les vamos a tener que poner a algunos conductores por culpa, culpita, de la torticolis. Ayer se puso en marcha ¡Aleluya!

Y ya que hablamos de la bajada de Teniente Arrabal en su confluencia con Marina Española, nos vamos a hablar de una de las transversales de la primera calle citada, donde se encuentra ubicado el llamado edificio de los maestros.

Allí, en esa calle, durante meses se ha venido trabajando en la colocación de las aceras y reparación del pavimento. Pues, bien, una vez terminada la obra con sus arbolitos colocados y todo, de nuevo se hacen boquetes a la altura de los arbolitos para, al parecer, meter unos cables que se deberían haber olvidado introducir cuando todo estaba levantado.

De nuevo, como viene sucediendo, una vez que está todo hecho y terminado a levantar lo que ya estaba colocado y, de nuevo, lo vecinos a padecer otra obra por culpa de un cable. No me extraña, la verdad sea dicha, que ya, los vecinos con tanto tapar y destapar calles, estén una jartá de “cableados”.

Oiga, no es por nada, que después la cosa quedará muy bonita, no lo vamos a negar, pero es tanto el tiempo levantando y agachando calles, que el personal, no sólo en el caso que nos ocupa, por tener que meter un cable, sino por todo cuanto desde hace tiempo viene soportando, esta hasta los… de tanto levantar y agachar, porque no hay un dios que sea capaz de ver el final del asunto.

Hoy te pavimentan una calle, queda de dulce y al otro día, al pasar por ella, la ve de nuevo levantada, metiéndole algo que ha debido olvidarse hacerlo cuando todo estaba patas arriba. Manda…la cosa.

Que digo yo, si es qué se puede decir algo, no se podía hacer todo a la vez y cuando está pavimentada no empezar, de nuevo, a hacer boquetes.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto