Los agentes del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad encontraron
anoche el cadáver de una vecina de 83 años de edad en su
vivienda del octavo piso del número 16 de la Gran Vía
después de desplegar un coche equipado con una escalera y
ser atendidos por la Policía Local y el 061. La mujer se
encontraba sola en la vivienda, que estaba cerrada con
llave.
La Gran Vía vivió anoche una espectacular operación
protagonizada por los agentes del Cuerpo de Bomberos de la
Ciudad que, desgraciadamente, se saldó con tristes noticias:
el fallecimiento “por razones que nada tuvieron que ver con
un accidente o un acto de violencia” de una de las vecinas
de la zona, que estaba, según informaron fuentes
participantes en la operación, sola en la vivienda en el
momento del trágico suceso.
Alrededor de las 21:00 horas, los mencionados agentes del
Cuerpo de Bomberos recibieron un aviso: una anciana de 83
años de edad, residente del piso 8ºC del portal número 16 de
la Gran Vía, llevaba algún tiempo “sin dar señales de vida”
y sus hijos y vecinos no podían acceder a su vivienda, cuya
puerta se encontraba cerrada con llave y en cuyo interior
únicamente se podía escuchar la televisión, que se
encontraba encendida y que además lo estaba “a un volumen
muy alto”.
Ante el aviso, los Bomberos enviaron un primer coche de
salida y, tras comprobar los requerimientos finales de la
operación -el piso se encontraba situado a una gran altura-
optaron por enviar un nuevo vehículo, un coche equipado con
escalera.
A los Bomberos les acompañaron y asistieron los agentes de
la Policía Local y del 061; estos últimos, una vez abierta
la casa, procedieron a reconocer a la mujer para confirmar
su muerte. El fallecimiento se produjo, tal y como
informaron fuentes del referido 061, de una manera “que nada
tuvo que ver con un accidente o con un acto de violencia”.
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