Los independentistas y
nacionalistas veían removerse sus tripas, cuando el pueblo
catalán inundó las calles de Barcelona y otras ciudades y
pueblos catalanes, ondeando la bandera de España y gritando:
“soy español, español, español”, al que añadían el ¡Viva
España!, festejando la consecución del Campeonato del Mundo
de Fútbol.
Por cierto que eran muchos miles más los que se manifestaron
festejando el triunfo de España, que esos sesenta y cuatro
mil que, el día anterior, se habían manifestado contra
España. Y como está visto que hay personas empeñadas en
darme la razón, me salió un individuo que dijo ser andaluz
pero que se sentía catalán por encima de todo. Ya saben
usted lo que siempre he opinado de los charnegos que
llegaron con la maleta de madera, el queso y el chorizo
liado en papel de periódico, que se creen más catalán que
los propios catalanes.
Esa demostración de españolidad, con banderas españolas
colgando de los balcones de la Ciudad Condal pone de
manifiesto, una vez más, que el pueblo catalán, ese pueblo
llano, está muy alejado de lo que dicen y piensan algunos de
sus políticos del Estatuto y de la independencia.
Basta recordar la minoría de catalanes que votaron en el
referéndum por el Estatuto que ni les interesa ni saben de
qué va. Por la cosa de las votaciones por la independencia
de Cataluña, en la que se permitía votar hasta los chavales
que tenían dieciséis años y los in inmigrantes, en cada una
de ellas los organizadores de las mismas hicieron el mayor
de los ridículos, ante la escasa participación.
Teniendo en cuenta las decisiones que ha tomado el pueblo
catalán en el referéndum sobre el Estatuto del que pasan
olímpicamente y que le importan un pepino o la independencia
de Cataluña porque mayoritariamente, como se ha demostrado,
se sienten españoles y catalanes, que una cosa no quita la
otra, la pregunta que nos podríamos hacer es: ¿A quién o
quiénes les interesa de verdad el Estatuto y la
Independencia de Cataluña?.
La contestación a la pregunta no encierra mucha dificultad,
teniendo en cuenta que la mayoría del pueblo catalán pasa
olímpicamente de ambos cosas, sintiéndose españoles y
catalanes, que una cosa no quita la otra, como yo me siento
español y ceutí por los cuatro costados. Teniendo en cuenta
todo esto a los únicos que le interesa ambos asuntos son a
los cuatro políticos que sin eso dejarían de sentarse en los
sillones con mando.
Como, al parecer, nuestro presidente está dispuesto a ceder
ante la presión ejercida por los lideres de los partidos
catalanes nacionalistas e independentistas sobre el asunto
del Estatuto, para apoyar a Montilla con vista a las
próximas elecciones catalanas. Me da por pensar, porque ya
lo he dicho y lo he pensado que, Montilla, no ganará las
catalanas,
Las elecciones las va a ganar CIU. Y una vez ganadas, las
mismas, y teniendo el mando, puede pasar que donde dije
digo, diga Diego en cuanto al Estatuto y la independencia de
Cataluña. Cosa por la que ha venido luchando y que les va a
valer para quitarle a Montilla el mando.
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