Y tras ella, liderato de un
español en el Tour de Francia.
Está claro que la suerte de los campeones nos sonríe en los
deportes, con lo que en Bagneres de Luchon, el madrileño
Alberto Contador se ha coronado como líder de la Vuelta
Ciclista a Francia.
La mala suerte, en uno de los lances de la carrera, en el
último puerto de la etapa del lunes, estuvo del lado del
corredor luxemburgués, Andy Schleck.
Una avería, aparentemente, intrascendente, a punto de
coronar el último puerto y esa avería, una simple salida de
la cadena de su bicicleta, le hizo perder 39 segundos y con
ello la ventaja que llevaba y algo más, sobre el corredor
español.
El codo a codo entre el que era líder y el que lo fue al
final de la etapa, venía siendo muy apretado en las etapas
de los Alpes y también en las pirenaicas.
En los instantes de esa avería, uno y otro venían muy cerca,
entre sí, y fue en un ataque de Schleck, cuando sufrió ese
mínimo percance que puede valer, además de por la
superioridad de Contador, un Tour.
Y ahora, tras lograr el liderato Contador, de la forma que
lo ha logrado, no faltan los puristas de turno que hablan
del “juego limpio” y de que no se debía haber atacado al
luxemburgués en esas circunstancias. Una memez de las muchas
que se leen y se oyen, en todas las pruebas deportivas, del
tipo que sean.
Olvidan esos puristas, de nuevo cuño, que el que había
iniciado el ataque había sido el propio Schleck y que cuando
ha tenido esa, mínima, avería es cuando le estaban
remachando tanto Contador como Samuel Sánchez y algún otro
corredor.
Ahí, la situación no estaba para pararse a ver qué tenía,
entre otras cosas, porque cada uno tiene sus intereses y
porque una avería es corriente en los abatares de una
carrera, lo que dice que cada cual debe defender,
deportivamente hablando, sus colores y eso es lo que han
hecho, en esta ocasión, tanto Samuel Sánchez, como Contador
y quienes iban en ese grupo.
Polémica, pues, ni hay, ni debe haberla, salvo para aquellos
que no tienen otros argumentos en sus críticas o
informaciones, tanto en periódicos, como en radios o
televisiones.
La bajada, tras la avería de Andy Schleck hasta Bagneres de
Luchon fue de auténtico vértigo, el miedo parecía que es
algo ajeno para aquellos que se suben a una bicicleta y
tratan de ganar en una competición, especialmente de este
tipo.
Al final, tras el cómputo del tiempo hecho, por uno y por
otro, en lo que va de competición, tan sólo 8 segundos de
ventaja para Contador, con lo que se colocó de líder el
lunes por la tarde. Esos ocho segundos le han dado el primer
puesto en la clasificación general, que le pueden llevar a
ser el vencedor de otro Tour más, tras haber vencido en
otros varios anteriormente.
Es lo que hemos dicho, en varias ocasiones, estamos en la
edad de oro del deporte, en España. Francia, desde hace
muchos años, se tiene que rendir al dominio del ciclismo
español en sus propias carreteras, Pedro Delgado, Miguel
Indurain, Sastre, y ahora, nuevamente, Contador, si no me he
dejado otro más, llevan copando el triunfo de la primera
carrera, por etapas, del Mundo.
Atrás habían quedado las victorias de Luis Ocaña y de
Federico Martín Bahamontes, en épocas en las que los
franceses decían que el ciclismo español era del tipo de “la
alpargata del monaguillo”. Ahora es otra cosa, en el
deporte, estamos arrasando.
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