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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 21 DE JULIO DE 2010

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Avería mecánica
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Y tras ella, liderato de un español en el Tour de Francia.

Está claro que la suerte de los campeones nos sonríe en los deportes, con lo que en Bagneres de Luchon, el madrileño Alberto Contador se ha coronado como líder de la Vuelta Ciclista a Francia.

La mala suerte, en uno de los lances de la carrera, en el último puerto de la etapa del lunes, estuvo del lado del corredor luxemburgués, Andy Schleck.

Una avería, aparentemente, intrascendente, a punto de coronar el último puerto y esa avería, una simple salida de la cadena de su bicicleta, le hizo perder 39 segundos y con ello la ventaja que llevaba y algo más, sobre el corredor español.

El codo a codo entre el que era líder y el que lo fue al final de la etapa, venía siendo muy apretado en las etapas de los Alpes y también en las pirenaicas.

En los instantes de esa avería, uno y otro venían muy cerca, entre sí, y fue en un ataque de Schleck, cuando sufrió ese mínimo percance que puede valer, además de por la superioridad de Contador, un Tour.

Y ahora, tras lograr el liderato Contador, de la forma que lo ha logrado, no faltan los puristas de turno que hablan del “juego limpio” y de que no se debía haber atacado al luxemburgués en esas circunstancias. Una memez de las muchas que se leen y se oyen, en todas las pruebas deportivas, del tipo que sean.

Olvidan esos puristas, de nuevo cuño, que el que había iniciado el ataque había sido el propio Schleck y que cuando ha tenido esa, mínima, avería es cuando le estaban remachando tanto Contador como Samuel Sánchez y algún otro corredor.

Ahí, la situación no estaba para pararse a ver qué tenía, entre otras cosas, porque cada uno tiene sus intereses y porque una avería es corriente en los abatares de una carrera, lo que dice que cada cual debe defender, deportivamente hablando, sus colores y eso es lo que han hecho, en esta ocasión, tanto Samuel Sánchez, como Contador y quienes iban en ese grupo.

Polémica, pues, ni hay, ni debe haberla, salvo para aquellos que no tienen otros argumentos en sus críticas o informaciones, tanto en periódicos, como en radios o televisiones.

La bajada, tras la avería de Andy Schleck hasta Bagneres de Luchon fue de auténtico vértigo, el miedo parecía que es algo ajeno para aquellos que se suben a una bicicleta y tratan de ganar en una competición, especialmente de este tipo.

Al final, tras el cómputo del tiempo hecho, por uno y por otro, en lo que va de competición, tan sólo 8 segundos de ventaja para Contador, con lo que se colocó de líder el lunes por la tarde. Esos ocho segundos le han dado el primer puesto en la clasificación general, que le pueden llevar a ser el vencedor de otro Tour más, tras haber vencido en otros varios anteriormente.

Es lo que hemos dicho, en varias ocasiones, estamos en la edad de oro del deporte, en España. Francia, desde hace muchos años, se tiene que rendir al dominio del ciclismo español en sus propias carreteras, Pedro Delgado, Miguel Indurain, Sastre, y ahora, nuevamente, Contador, si no me he dejado otro más, llevan copando el triunfo de la primera carrera, por etapas, del Mundo.

Atrás habían quedado las victorias de Luis Ocaña y de Federico Martín Bahamontes, en épocas en las que los franceses decían que el ciclismo español era del tipo de “la alpargata del monaguillo”. Ahora es otra cosa, en el deporte, estamos arrasando.
 

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