Juan Flor, fotógrafo del diario deportivo ‘AS’, ha sido uno
de los pocos periodistas privilegiados que ha vivido el
sueño de todos los españoles: Poder vivir in situ las dos
grandes hazañas del fútbol español, la Eurocopa de Austria y
el Mundial de Sudáfrica. Para la última cita futbolística,
ocho han sido los meses de preparativos: “El fotógrafo se
prepara su viaje y el material que tiene que llevar para que
no falle nada”. Flor destacó que los periodistas que siguen
a la selección española son “gente profesional” y destacó la
importancia “del grupo humano de los futbolistas. Es una
gozada. Son chavales muy normales y sencillos”. Cuando
comenzó la competición, el grupo llego al país africano con
“un poco de miedo y temor porque Johannesburgo es la ciudad
más peligrosa del mundo con un elevado índice de crímenes”.
Y es que hay dos millones de personas viviendo en Soweto,
uno de los barrios más pobres “entre chapas, sin agua
corriente ni electricidad”. La cara y la cruz en una ciudad
en la que en el centro se pueden ver “desde Maseratti hasta
Jaguar por doquier. Los edificios suntuosos chocan con esta
visión de Soweto y tantos barrios que hay por el país”.
Un total de 100 periodistas acreditados vivieron con la
‘Roja’ el momento más importante del fútbol español. Pero
alrededor de unos 20 privilegiados fueron los que sintieron
la hierba en sus pies y la cercanía de los goles de David
Villa, Puyol e Iniesta. Flor fue uno de ellos y cuenta a EL
PUEBLO que no lo olvidará fácilmente. Una de las anécdotas
curiosas fue la de un periodista holandés que siguió a
España desde el primer día: “Todas las televisiones le
querían entrevistar. Aunque él decía sentirse más español
que holandés en este momento ya que lleva viviendo en
nuestro país 7 años”.
Por otra parte, el ritmo de trabajo de un periodista y
fotógrafo deportivo en este tipo de eventos es frenético:
“Cada tres días había un partido. Los jugadores, en el día
posterior al encuentro, tenían el día libre, el cual se
respetaba a pesar de que estaban comiendo en el mismo
restaurante que los periodistas. Mientras, se cubría el
entrenamiento de la tarde de los jugadores que no habían
disputado el partido. Al día siguiente un entrenamiento
normal y después una rueda de prensa. Después se podía tener
una entrevista que concedía un jugador, como por ejemplo un
Xavi o un Iniesta que tienen de 10 a 12 entrevistas para
hacer en una hora y media. Al día siguiente el entrenamiento
era a puerta a cerrada y ya se viajaba a la ciudad en la que
se jugaba, Johannesburgo, Pretoria, Ciudad del Cabo, etc. y
la selección entrenaba en el estadio y después, el partido”.
Los periodistas volvieron a España en el mismo avión que los
jugadores y disfrutaron de la celebración en primera
persona: “Despegamos a las 4:30 de la madrugada y se
disfrutó un poco con ellos, aunque no se durmiera mucho. Ese
es el detalle que el periodista guardará toda la vida. Yo
estuve allí con toda la gente y es algo histórico”. Incluso
el de ‘AS’ posee algunos de los papeles que se tiraron
durante la celebración cuando el capitán, Iker Casillas,
levantó la Copa del Mundo: “Dentro de unos años lo enmarcaré
junto con la copia de la foto”. En definitiva, “llevas
siempre cosas en tu corazón de algo tan importante como ha
sido esta historia”. Para llegar a convertirse en uno de los
‘elegidos’ que contó en imágenes la victoria de España, Flor
comenzó con 14 años en la fotografía y le costó encontrar
empleo; durante ocho años trabajó en discotecas para comprar
el material adecuado. Empezó como periodista deportivo “por
casualidad” porque le interesaba la “fotografía artística y
humana”. Sin embargo, entró a formar parte de la plantilla
de ‘Mundo Deportivo’ en Vizcaya: “Se partió casi de cero y
se llegó a 48.000 lectores en la ciudad, algo muy
importante”. Después llegó ‘AS’, que decidió hacer una
edición en la ciudad vasca y fichó a Flor. Comenzó a viajar
con el Athletic de Bilbao y después se le encomendó la tarea
de viajar con la ‘Roja’: “No se puede hacer nada más
importante que viajar con la selección de tu país”.
|