Por encontrarme viajando con mi familia, tan sólo pude ver
parte del primer tiempo del España - Suiza. El control y
dominio del balón del equipo nacional fue a mi criterio, no
tan sólo total , sino que deleitaba observar su juego.
Nos tuvimos que ir antes de terminar el primer tiempo, y
nuestro comentario es que maravillaba la compenetración de
los jugadores españoles y el control que tenían sobre la
pelota.
Nuestra sorpresa fue cuando nos enteramos que España estaba
perdiendo por uno a cero, y aún mayor fue cuando nos
afirmaron que el juego de la Roja en el segundo tiempo había
superado al que habían realizado en el primero . Por lo que
comentamos en función de lo visto, y de lo que nos
comentaron, fue el segundo tiempo que el factor suerte o
imprevisto es lo que había favorecido a Suiza, y ninguna
otra razón ya que la diferencia de juego entre nuestros
seleccionados y los suizos era abismal por el juego que
ambos desarrollaron.
Mi extrañeza fue escuchar las críticas de algunos
comentaristas sobre Casillas, al que le culpaban del gol que
encajó al acudir por el balón como jugador y no como
portero. Buscándole los cinco pies al gato, dijeron de él
más o menos , que el resultado de esa acción se debía a
encontrarse “atorrijado”, embrujado, adoquinado, abducido
por los efluvios que emanaban de su preciosísima novia, Sara
Carbonero, a la cual siempre tenía tras su portería por
imposición de Telecinco, que la tenia contratada como
comentarista. Llegándose con ello a la lúcida conclusión de
que Suiza metió el gol a través de la periodista que lo
tenía “desencajado ” , como más que menos, había publicado
el londinense The Time al culparla de la derrota ante los
helvéticos, según testimonios de comentaristas españoles.
Comentarios que por inoportunos y absurdos, y por la calidad
profesional de Iker Casillas, gustosamente me adhiero a la
carta de disculpa que Doña Miriam González solicita que se
dirija a la periodista española por el citado periódico
londinense. A la vez que defiendo a Casillas del maltrato
que se le hizo de bajarlo de la cúspide del pedestal para
situarlo en el substrato o cimentación del mismo.
En cuanto al esposo de Doña Mirian, el viceprimer ministro
británico Nick Clegg, no me queda más narices que
felicitarlo doblemente, tanto por la bellísima esposa que
tiene, como por su capaz diplomacia de haber superado el
evento de la Final de la Copa del Mundo al haber tenido
junto a él, como rey de su casa, a sus dos Mussolini, “al
decir de la sabiduría tradicional”, tan dispares , como su
madre de origen holandés, su esposa española y el añadido a
ella de sus tres hijos forofos de la roja, todo esto según
testimonios de Don Eduardo Suarez y Doña Silvia Cófreces en
el Diario El Mundo del día 14 de los corrientes.
Desde que vi nuestra selección contra Suiza, la impresión
que me dio es que se encontraba tan perfectamente elaborada
como para afirmar que en ella se podía definir y
ejemplarizar lo que realmente debía ser el fútbol, aparte de
si entraba la pelota entre los tres palos o se excluía al
quedar fuera de ellos, como ocurrió contra los helvéticos,
que fueron los que ganaron el partido. Hecho que considero
incontrovertible, como incontrovertible considero que no lo
ganaron ni por la calidad de su juego , ni por la posesión
del balón, ni por los disparos a puerta que se efectuaron,
sino que ganaron el partido, porque el balón, la bola, o la
pelota, los helvéticos, la metieron entre los tres palos una
sola vez, y la roja ninguna, contraviniendo con ello las
estadísticas de la confrontación, que estoy convencido, que
rondaran en todos sus conceptos por encima del 70 % a favor
de la roja y por debajo del 30% para la helvética.
Dialogando el pasado sábado con mi amigo o conocido de la
infancia Pedro en su peluquería, le quise reflejar este
mismo comentario con relación al partido de la “Roja” contra
Alemania, que nos lo pudo ganar perfectamente , sin que ello
hubiese implicado bajo ningún concepto que la diferencia de
juego entre una y otra selección no hubiese tenido la
valoración del 65 a 35 a favor de la nuestra. Pero lo que en
realidad se valora en los partidos de futbol son los goles y
los que definen los campeonatos del Mundo son los goles que
nos dan los resultados y las clasificaciones y que nos hacen
olvidar acontecimientos como los vividos en otros
campeonatos. Y con esto me remonto al primer campeonato de
Futbol de este siglo XXI, donde jugamos un papel esplendido
con una Roja que bien pudiera ser la simiente de esta
,comandada por Camacho, y que por hados de eflujos
políticos, nos ningunearon que llegase a más, por la
DESVERGÜENZA de un equipo arbitral, que anuló la entrada
entre los tres palos de la bola, balón o pelota introducido
por España , alegando para ello la fantasmada de que el
balón había traspasado la línea de puerta, cuando éste nunca
estuvo a menos de 25 cm de esa línea, pero dentro del campo.
Lo que obligó a Camacho, entrenador de la Roja , ante la
pasividad del Presidente de la Federación Española de
Balompié por no haber impugnado al trió arbitral, por
manifiestamente golfos, que en realidad fueron los que nos
apearon de poder llegar en ese campeonato a más. Y todo, por
favorecer a Corea del Sur , en pos de un acercamiento
político con la del Norte. Lo que me lleva a confirmar la
definición, realizada por no recuerdo qué entrenador de
fuera de nuestras fronteras, que a la pregunta de uno o
varios comentaristas sobre lo que es el Futbol, les
respondió: ES FUTBOL , concretando con ello, que en realidad
el Futbol conlleva en si mismo cantidad de conceptos que
influyen sobre manera en él y que nada tiene que ver con el
propio Futbol, que se concreta que entre la pelota entre los
tres palos.
Y es por ello, por lo que quisiera resaltar sobre nuestra
Roja, que el nivel alcanzado en la primera década de este
siglo XXI , tanto en la homogeneidad conseguida con la
Selección, como en compañerismo, como en humildad y buenos
hábitos habría que adoptarla como sistemas de aplicación
para cualquier otro tipo de agrupación. Las disciplinas
aplicadas para establecer la conjunción obtenida en este
“macro grupo” en un país que se caracteriza por la formación
grupal de tres personas divergentes, que se iluminan
individualmente con las sombras que los otros dos proyectan
, son dignas de recopilar para entregarlas al Ministerio de
Educación y las aplique a la docencia, para de una vez por
todas nos indiquen desde niño que formamos parte de un todo,
donde tenemos la obligación de colaborar para llevarlo a
buen fin.
Y esto no lo digo porque España ganase el Campeonato del
Mundo, que lo ganó muy justamente. Como también, muy
injustamente, lo pudo haber ganado Holanda si el “machacado”
Iker no hubiese evitado que en la postrimería de la
prorroga, le hubiesen colado entre los palos los balones
enviados por el ex madridista holandés . En el supuesto de
haber sido así, para mí la gran campeona hubiese seguido
siendo España, contraviniendo con ello: FUTBOL ES FUTBOL ,
porque realmente lo que hizo España con su dominio del
balón, de la posesión del mismo , del criterio de su juego
pero sobre todo de la limpieza del mismo y del respeto a la
integridad de sus oponentes, es ese todo que lo debiera
definir , y que a lo largo de su historia no hubo más de
media docena de equipos que lo hayan practicado. Sin embargo
el de los holandeses, que brillaron por su marranería y
deshonestidad como peloteros ante un compañero, cuyo único
objetivo para colocar el balón entre los tres palos, fue el
ejercicio de la violencia, como única prerrogativa para
ganar el partido y en la final del pasado domingo, se
encontró con un grupo que no se dejó amilanar por su
violencia, que en el caso de haberlo conseguido, no les
hubiese hecho ningún reproche a los nuestros, ya que en más
del 50% de las disputas de los balones, en cada entrada de
los holandeses los nuestros se estaban jugando su futuro.
Para mí España, si hubiese perdido el partido por haber
entrado algunos de los balones que manejó Holanda a escasos
minutos antes de que nuestro certero Iniesta metiese el gol
.Y que el machacado Iker Casillas evitó , perdiendo con ello
el Campeonato del Mundo 2010, hubiese sido ESPAÑA con
diferencia LA CAMPEONA DEL MUNDO, pero no por patriotismo
sino por habernos mostrado que la ROJA se mueve en estos
momentos en el Futbol del infinito, mientras que los
holandeses realizaron el antifutbol.
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