Tras más de veinticinco años de
Carnaval de mi tierra, y siempre mirando para Cádiz, he
vivido de todo en el mundo Carnavalesco, de muchos
disfraces, vivencias, coplas y cantes, letras y estribillos,
de concursos, de jurado, de figurante, de cabalgatas, de
amigos, enemigos imaginados, de pasiones y de aplausos. Y
esta vez me toca sentir otro tipo de sentimientos, la
semilla del carnaval, que hemos creado mi Gema y yo.
Tantas coplas cantadas, de pasodobles, de recuerdo en Ceuta
y en Cádiz, de presentaciones, de estribillos, popurrit, que
se sabe uno del repertorio de Quiñones, y que me iba a
imaginar yo, que mi Natalia se apuntara a la Comparsa de
Andure, que llegara un día a casa, y a mis oidos, a mis
espaldas me cantara, la Presentación de la Caja de Pandora,
un sentimiento y escalofrío me recorrió el cuerpo en esos
instantes, ay Joaqui querido poeta, cuando te cuente que
tantas veces te canté, esos Charrúas, Suspiros, Noches de
Falla, Caldera, Vikingos y Pensadora Gaditana, que una de
mis hijas saliera Carnavalera. En un viaje, con final feliz
en el asunto médico, le enseñé a mi Natalia, el padre de la
Comparsa, la Estatua de Paco Alba, mirando a la Caleta,
bajamos a la playa del poeta, tocando su fina arena,
llegamos a la Meca de los Ladrillos Coloraos, el Gran Teatro
Falla, ella me susurró , papá yo cantaré en sus Tablas. Bajo
un sol de justicia, con el corazón encogío y sin poder
apenas hablar, ya sabía que mis maneras de Carnaval, tenían
continuidad. De lo que no me iba a esperar, es a mi nieto
Jesusito con dos años, que estaba sembrao el otro día,
haciendo tipo y gestos delante del abuelo, y soltó con una
gracia exquisita, CADIIIIIII..... ante la mirada atónita de
mi yerno, mi hija Barbara y mi Gema y yo. Quien de eso puede
presumir, los premios que me dan se quedan en casa, solo me
falta otro pasodoble que me canten, que Ceuta la Perla, la
Bella desconocida, la avanzada del Estrecho, sea por los
caballas carnavaleros ESOS QUE MENOS TE MIRAN. Que mirando a
Cai, se defienda a Ceuta nuestra tierra.
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