La noticia, señora Rahola, para el
periodista más mediocre no era, precisamente, la
multitudinaria manifestación celebrada en Barcelona contra
el fallo del Tribunal Constitucional, con abrumadora
presencia de banderas independentistas, y la profusión de
lemas contra España que, con ello, borraban cualquier otro
matiz que se le quisiese dar a esa manifestación.
Usted como periodista y escritora, que vende libro como
rosquillas o que no se come una rosquilla con esos libros
escrito por su genial pluma, debería saber que la noticia,
la mejor de todas ellas, producidas por esa manifestación,
era ver la imagen del honorable siendo perseguido por los
radicales al grito de “botifler” (traidor) y teniendo que
refugiarse a toda prisa, o sea como décimos los andaluces
escapar por patas, en un edificio oficial. Esa era, sin
discusión alguna, la mejor noticia para el más mediocre de
los periodistas.
Cansa usted y hasta aburre a las vacas, escuchándola hablar
siempre que defiende, cosa lógica, a su tierra natal de lo
mal que se porta el resto de España con los catalanes. O sea
lo mismo que opina su compañero So Pena, ese que levita
cuando habla y cierra los ojos para escucharse todo cuanto
dice que, para él, son clases magistrales, en cada ocasión
en que decide dar su opinión, para ser escuchada por los
millones de analfabetos que estamos atentos a la caja tonta,
donde él imparte su magistrales conocimientos en el tema
tratar.
Ustedes, ambos dos, siempre opinan lo mismo, mostrando ser
victimas de todos los españoles que no piensa como ustedes,
que ni entiendo ni comparto, por haber vivido en ella.
Esa Cataluña señorial, que está a años luz de sus opiniones.
Prueba de ello es que a la manifestación contra el sentencia
no ha acudido ni le veinticinco por ciento de la ciudadanía.
Con lo cual existe un setenta y cinco por ciento que pasa
olímpicamente de todo esto que, al parecer, como está más
que demostrado, ni interesa, ni quieren los catalanes que no
pertenecen a ese grupito que quieren ser más catalanes que
los auténticos catalanes o que sin esas protesta perderían
el carguito que tienen. Todo puede pasar.
Ustedes, ambos dos, a los que se les llena la boca al
referirse a la catalanofobia que existe en todo el
territorio nacional contra los catalanes. Una de las mayores
mentiras que he escuchado, pero con ella que duda cabe se
cubre el asunto de ese ser las victimas al que se aferran en
todas las ocasiones.
Nosotros, esos españoles tan malos malísimos, también
podríamos decir que, por parte de ustedes existe un
antiespañolismo más que demostrado.¿O no es antiespañolismo
multar a todo aquel establecimiento que ose poner el letrero
de su comercio en español?.
Ustedes, ambos dos, que tanto nos acusan al resto de los
españoles de ese anticatalanismo, porque permiten y apoyan
ese antiespañolismo al que hemos hecho referencias
Es lógico, ustedes son, sin duda alguna, aquellos que ven la
paja en el ojo ajeno y no la viga en el suyo. A ver si se
van desengañando que la Cataluña real está a año luz de lo
que ustedes opinan.
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