El dueño de un perro de la raza peligrosa Pit Bull es
denunciado por la Guardia Civil ya que este sacaba el perro
por la vía pública sin la correa ni con el bozal. Este
hombre ha sido reincidente en menos de un año por el mismo
caso, por lo que se enfrenta a una multa de la mayor sanción
por falta muy grave y a la retirada del perro a la Perrera
Municipal en el que se decidirá el destino del can. Para la
posesión de este tipo de perros se necesitan unas licencias
administrativas y asegurarlos.
A un hombre le retiran a su perro Pit Bull por tenencia de
animal sin licencia, al ser considerado peligroso. En la
Avenida Otero nº 1, el animal estaba sin bozal y suelto por
la vía pública cuando por ley debe tener la correa puesta.
Esto está tipificado en los artículos 13.2 d) que tipifica
el dejarlo suelto o sin bozal y la 13.3 son las sanciones
que le pueden caer por tal infracción de la Ley 50/1999.
Las fuerzas de la Guardia Civil comprobaron que el dueño del
can no tiene la licencia pertinente para su posesión, el
hombre, a parte de esta infracción, tiene a sus espaldas
faltas muy graves por reincidencias en los mismos casos, se
enfrenta a una sanción aplicando la de mayor cuantía, desde
2.404,05 hasta 15.025,30 euros, ya que esto se ha producido
en menos de un año. Debido a esto el dueño tendrá que
designar a otra persona el cargo del perro que no tenga
tampoco ningún tipo de sanción similar.
El Pit Bull ha sido confiscado por la Ciudad Autónoma y
trasladado por los Laceros Municipales a la Perrera
Municipal hasta que pueda decidir su destino final, en el
que se puede barajar su sacrificio o la suspensión temporal
o definitiva de la licencia para la tenencia de perros
peligrosos del poseedor del perro.
Al dueño del can, se le da un plazo de 15 días para que
pueda alegar y documentar con las pruebas convenientes para
su defensa.
Para que un perro sea considerado peligroso necesita ser de
una raza determinada como es el de este caso, el Rottweiler
o Dogo Argentino, entre otros. Las razas que no estén entre
estas, pueden ser considerados por unas características como
por ejemplo que sean robustos, una altura mínima o cabeza
grande. Para conseguir este tipo de licencia se necesita ser
mayor de edad, no haber cometido ningún delito y pasar una
prueba psicológica para la tenencia de este tipo de
animales. Dicha licencia se puede conseguir en cualquier
centro de reconocimiento médico. En el caso de daños a
terceros, los dueños se pueden enfrentar a una multa de
hasta 120.000 euros.
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