El Museo del Revellín acoge desde el pasado 9 de julio
una exposición dedicada al ‘Estudio Calatayud’, comisariada
por el cronista oficial de la Ciudad José Luis Gómez
Barceló. La muestra presenta, además de una serie de
postales e imágenes de Ceuta y Marruecos, un libro que
repasa la historia de esta empresa ceutí y su producción. La
exposición se inauguró con anterioridad en el ‘Ateneo’ de
Málaga recibiendo una excelente crítica por parte del
público asistente. Durante el mes de julio, los visitantes
podrán ver una selección de 35 imágenes elegidas para ser
mostradas durante el mes de julio. Cuando llegue agosto el
enfoque cambiará, aprovechando la amplia cantidad de
material del que dispone Gómez Barceló.
Pregunta.- ¿Cuál es su vinculación con ‘El estudio
Calatayud’? ¿Por qué este tema?
Respuesta.- Llevo muchos años estudiando historia de la
fotográfia de Ceuta y del norte de África. He trabajado para
revistas especializadas de Madrid, y también escribí un
libro para el Ministerio de Defensa sobre Bartolomé Ros.
Este es un ámbito en el que yo suelo trabajar. Mi
vinculación con la familia Calatayud es muy antigua, por una
parte, mi familia ha sido siempre muy amiga de la fundadora
del Estudio, desde comienzos del siglo XX. Por otra parte,
los continuadores, los que mantuvieron el estudio hasta el
final, fueron buenos amigos míos. Cuando ellos cerraron yo
me encargué de comprar los fondos para la Ciudad Autónoma.
P.- ¿Qué diferencias encuentra entre el clásico estudio y
los actuales?
R.- Los estudios tradicionales en España eran bastante
diferentes a lo que hoy entendemos por un estudio. El
fotógrafo era una persona con un alto concepto de su
profesión y recibía a las personas en su estudio como un
anfitrión. Todo era más lento, uno iba primero a pedir cita
para hacerse la foto, reservando día y hora, luego regresaba
para hacerse el reportaje y, finalmente, tenía que volver
para recoger sus fotos. Por tanto, la relación con el
fotógrafo era más estrecha, como el que tiene un médico de
familia, era todo mucho más familiar, cosa que actualmente,
por la inmediatez del servicio, se ha perdido.
P.- Háblenos su labor como cronista en Ceuta.
R.- Los cronistas somos personas dedicadas a la historia de
nuestras ciudades. Hoy en día, nuestro trabajo es
documentalista y está en recuperar la historia de las
ciudades, de sus habitantes y darla a conocer, además de
ayudar a otros investigadores, y salvar lo que día a día
pueda constituir la historia del futuro. Cada cronista tiene
un perfil, yo trabajo como documentalista.
P.- ¿Qué tiempo le llevó realizar este libro? ¿De dónde
sacó toda la información?
R.- No es una investigación que tenga como fin la
realización de un libro como tal, su fin es dar a conocer la
historia. En este caso, la oportunidad me la dio el ‘Ateneo’
de Málaga, al pedirme una exposición sobre Marruecos. Fue
ahí cuando pensé que ahora era el momento de dar a conocer
este Estudio, del que no se había hablado mucho. El Estudio
Calatayud había sido muy importante por ser uno de los
postalistas más importantes de la zona.
P.- ¿Cuál fue la reacción del público malagueño?
R.- La reacción fue muy buena. Hay que tener en cuenta que
el ‘Ateneo’ de Málaga es una de las instituciones culturales
más prestigiosas de la ciudad y se caracteriza por traer
exposiciones y ponencias de gran calado. Ellos participan en
el programa de intercambio de actividades culturales con
Marruecos. Esto quiere decir que cualquier cosa que toca a
esta orilla es interesante para ellos. Hubo más de 150
personas en la exposición. La misma ocupó 3 grandes salas y
estuvo allí durante todo un mes.
P.- ¿En qué se basan las fotografías?
R.- La exposición de Málaga contaba con 3 grandes capítulos,
‘medinas, ensanches y gentes’. Sin embargo, en la ciudad
autónoma, hemos añadido dos facetas más que serían ‘Ceuta’ y
‘el retrato’. Para este primer enfoque de julio hemos
seleccionado 35 fotografías que cambiaremos en el mes de
agosto. El gran atractivo de la muestra es ver la cámara de
taller que durante 100 años fue la seña de identidad y el
mejor instrumento de trabajo del Estudio Calatayud.
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