Una quincena de alumnos disfrutan desde primeros de julio de
un nuevo Taller de Iniciación al Modelado, impartido por
Carmen Navío, en la Basílica Tardorromana. En esta ocasión,
los niños, de edades comprendidas entre los 8 y 12 años, han
trabajado el plano, el volumen y la decoración de las piezas
con engobes. En la última parte del taller modelarán un
animal, incluyendo el proceso del vaciado de la pieza.
La Basílica Tardorromana de la ciudad autónoma acoge desde
el pasado día 6 de julio el primer Taller de Iniciación al
Modelado impartido por Carmen Navío a niños de entre 8 y 12
años. Aunque ya han sido varios los cursos de cerámica que
se han impartido, Navío espera que en esta ocasión los
alumnos “trabajen el volumen, que experimenten con el barro
como material y que desarrollen esa creatividad y
sensibilidad hacia el barro”.
Aunque algunos de los niños ya habían tenido contacto con
este material en el colegio, la mayoría de ellos no conocían
sus propiedades ni las diferentes técnicas para trabajar con
él: “Algún que otro alumno ha participado en su colegio
haciendo figuras de barro para un Belén, pero poco más. La
mayoría de ellos se inician en esta técnica en este taller”.
De momento han empezado trabajando en plano con una plancha
de barro. Poco a poco han ido dándole forma y decorando las
piezas con distintas técnicas como la impresión, el relieve
y las texturas. También han aprendido una técnica nueva para
conseguir altura. “La tercera parte del taller va a
consistir en el modelado de un animal, incluyendo el
vaciado. Lo bueno del curso es que van a ver el proceso
completo”, explicó Navío. En estas últimas clases están
aprendiendo la decoración con engobes, una arcilla coloreada
con un óxido mineral: “Cada color tiene una composición
distinta, por ejemplo, el rojo se consigue con óxido de
hierro. Se trata de pintar sobre la pieza en un estado de
dureza adecuado y decorar. Cuando se cuece el resultado es
muy diferente porque cambia de color en el horno”.
La novedad de este nuevo curso es el horno, teniendo en
cuenta que en otras ocasiones las piezas se cocían en el
horno personal de Carmen Navío.
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