Muchos ceutíes recuerdan su mítica tienda en el ‘Hotel La
Muralla’. En ‘Nakasha’ se podía encargar cualquier disco,
cualquier rareza, cualquier producto musical especializado.
También en este emblemático local fundado en 1990 y que
vivió el ‘boom’ del cd se llegaron a vender, en una sola
tarde, 1.000 discos de Alejandro Sanz. Hoy, sin embargo, las
cosas han cambiado mucho desde la llegada de Internet y su
propietario, Nari K. Motwani, trabaja ahora en Toledo
vendiendo por correo u organizando ferias musicales. Nari
señala que “la gente sigue comprando discos, pero se centra
ahora en cosas muy específicas”. El propietario de esta
tienda afirma que “la especialización es la vía de reciclaje
de los vendedores de discos”.
Pregunta.- ¿Cuándo empezó su andadura en el mundo de la
venta de discos?
Respuesta.- En 1990 abrí una pequeña tienda de música, ‘Nakasha’,
en el hotel ‘La Muralla’. Yo adoraba la música, como la sigo
adorando, y viví el ‘boom’ del cd. Yo importaba lo que los
clientes me encargaban y que no encontraban en otras tiendas
o en grandes almacenes. Al final, acabé ampliando el negocio
con otro módulo en el mismo recinto del hotel hasta que las
instalaciones cambiaron y no nos renovaron el contrato.
P.-¿Por qué se trasladó a Toledo y continuó allí su
negocio?
R.-Yo quería vender también por correo y en Ceuta entonces
la aduana no lo ponía fácil. Me marché a Málaga, una gran
ciudad que entonces estaba emergiendo como tal, y allí
estuve unos tres años con mi nueva tienda. Después, me
marché a Toledo, de donde es mi mujer y desde donde vendo
por correo.
P.-¿Y lleva a cabo alguna actividad más aparte de la
venta en la tienda o por correo?
R.-No paro de viajar y de moverme: acudo a todas las ferias
nacionales de música que puedo; Tarragona, Valencia,
Alicante, Murcia, Granada, Málaga... Y también las organizo
yo mismo a nivel nacional.
P.-¿Es cierto que la gente ya no compra discos como
antes?
R.-Recuerdo que, estando en Ceuta, las multinacionales me
lograron enganchar 1.000 unidades de un disco de Alejandro
Sanz en el momento de su ‘boom’. La misma tarde que las
traje a la tienda, volaron todas. Las 1.000 copias. Hoy en
día esto es imposible, y lo es incluso para las grandes
superficies.
P.-¿Ha dejado la gente de comprar música ‘en formato’ y
se ha pasado definitivamente a tenerlo todo en un mini robot
de bolsillo?
R.-La gente sigue comprando música, pero ya compran cosas
muy específicas y muy concretas que no están en cualquier
parte ni en las grandes superficies. Las ventas han bajado,
no voy a decir que no, pero se siguen vendiendo discos. Lo
que pasa es que todo el mundo es más exigente: se piden
cosas más exclusivas y raras. Porque, además, en muchas
ciudades apenas quedan ya tiendas de discos y cierto
material se ha tornado muy dificil de conseguir. ¡En algunas
ciudades ni siquera queda ya una sola tienda de discos!
P.-¿Qué formato ‘físico’ tiene más futuro en estos
momentos?
R.- El cd se ha quedado obsoleto y terminará o bien
desapareciendo o bien vendiéndose a un precio muy barato. A
mucha gente, y especialmente a los coleccionistas y
melómanos, le sigue gustando tener en casa el producto
físico. El vinilo está experimentando un gran resurgir y nos
está salvando a muchos comerciantes de este sector que, ojo,
nos hemos adaptado. Hay tiendas que siguen vendiendo cds y
que están estancadas. El futuro para los amantes de la
música es el vinilo y, también, el merchandising, que sigue
vendiendo muchísimo. De Michael Jackson, por ejemplo, se
vendieron este año 10.000 muñecos.
P.-Lo que sí parecen haber aumentado son los
conciertos...
R.-Hoy ningún grupo o artista puede estar parado y viviendo
de vender discos. Hay un resurgir de los conciertos, y eso
es bueno porque los grupos llegan a más público, lo que les
sirve para promocionarse.
P.-¿Cómo valora el cambio experimentado por el sector?
R.- El sector sigue funcionando y se siguen vendiendo
discos, pero de otra manera. Internet lo ha cambiado todo y
también ha obligado a muchos a ponerse las pilas: a vender
por correo o a especializarse.
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