En los tiempos de la Oprobiosa
Dictadura,( que yo no viví porque no estaba y paso de ella)
vamos, cuando el Franquillo, los españoles se iban a las
playas a ver a las suecas y a ponerse como salmonetes vuelta
y vuelta y ni había cánceres de piel ni había tantos
melindres como ahora. Será que, los españoles, andábamos más
asilvestrados y nos afectaban más los guardias poniendo
multas en las playas por impudicia que los peligros de la
tanorexia.
Esa es la palabra de culto de este verano : la tanorexia.
Ahora, los adoradores del sol resulta que presentan un
trastorno de comportamiento similar a los trastornos
alimentarios y son unos tanoréxicos del copón y se tienen
que poner “en tratamiento” para superar esta dolencia. Una
enfermedad algo forzada, por cierto, ya que los que quieren
ponerse en plan “moreno caribeño” no saben que están
enfermos por sus predilecciones estéticas.
Pero lo cierto es que “piel bronceada es piel agredida” y
las solaneras pasan factura a la larga, por aquello del
capital solar que se va desgastando y el resultado final son
pieles muy machacadas. A no ser que se utilicen los trucos
de novísima generación para lucir la piel de Beyoncé sin
acabar con el cáncer ni las arrugas traicioneras. En primer
lugar hay que nutrirse por la boca con las cápsulas de
betacaroteno, pero no de betacaroteno en plan cutre y en
solitario, sino que lleve polifenoles de uva o de granada
que son antioxidantes y licopenos de tomate que también
previenen de los radicales libres y todo ello salpimentado
con su miajita de vitamina E.
Con los nutricosméticos se obtiene un tono bronceado en
tiempo record y se protege el órgano más grande del cuerpo
que es la piel. Luego se adereza el asunto con los
protectores solares en gel o en crema, los mejores los que
se compran en botica y el más suntuosamente exquisito y
marbellero el solar de Capture XS de Dior. Rectifico,
cualquier cosa de Capture de Dior es “lo más” y las jequesas
árabes se llevan los productos por toneladas. Por algo será.
¿Qué dicen? ¿Qué si yo uso Capture de Dior o alguna de sus
delicadas fragancias de “Escala en…”? No. Yo practico la
línea esenia del cristianismo, una línea que presenta dos
ventajas : la primera es que tenemos como principio la
austeridad más absoluta y la segunda que disimulamos nuestra
falta de medios económicos con cierta elegancia. Es más fino
decir “soy esenio” que decir “soy un tieso”. Ahora bien, si
alguien me quiere regalar algún producto yo lo acepto,
porque, de no hacerlo pecaría de presunción y de falta de
caridad al prójimo al rechazar un obsequio que me es
entregado con infinito afecto.
Con idéntico afecto que sienten los tanoréxicos por el
bronceado casi integral, de ahí la progresiva proliferación
de los terrenos acotados para las playas nudistas,
progresiva pero tímida proliferación. Porque la gente se
suele portar fatal con los que optan por la desnudez como
forma de pasar el verano, puedo opinar porque lo he visto
con estos ojos morunillos. En Almería. Donde había más
mirones que bañistas despelotados y encima los mirones se
burlaban y criticaban dando voces. Cierto es que, todos los
nudistas no presentaban cuerpos muy atractivos y hay muchos
extranjeros mayores, pero tampoco era para que se formara ni
ese cachondeo ni ese guirigay de severas descripciones de
los atributos físicos de los del bronceado integral. ¡A ver
si para despelotarse hay que ganar antes un concurso de
belleza!. La gente es cruel. ¿Qué murmuran? ¿Qué “antes” no
pasaría “eso”? Vale. Si hablan de antes-antes, seguro que
no. Porque hubieran acabado todos los nudistas majados de
palos y en el cuartelillo. ¡No eran nadie!.
Pero estamos en el presente, en el verano del 2010. Y como a
los españoles nos han metido un fario y un mal vagío, ahora
nos ponemos tanoréxicos y los dermatólogos no dan abasto. Y
todo por culpa de “estos de ahora”, por lo malos que son.
Cuando lleguen “los nuestros” los protectores solares se
prescribirán por la Seguridad Social y también los
nutrientes de betacaroteno y demás, para que nos expongamos
menos al sol y estemos contentos. Y también decretarán unas
vacaciones fiscales sin IVA para las cremas de belleza, para
que nos pongamos guapos y sintamos que, quienes nos
gobiernan tienen ventajas y privilegios, pero también se
parten el culo ideando como hacernos llegar unas miajitas de
felicidad.
Y así podremos hablar de sol, moda y buen rollo cada verano.
Qué bien.
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