LUNES. 5
Fuad Harrus trabaja en esta Casa y además de ser una
magnífica persona se bebe los vientos por el fútbol. Al que
le viene dedicando todo su tiempo libre. Así que en cuanto
puede se pone a conversar conmigo de un deporte que le
chifla. Hoy, nada más hallarlo en pleno centro de la ciudad,
se viene hacia mí para ponerme al tanto de que le ha contado
a todos sus conocidos lo que yo le dije cuatro días antes de
celebrarse el encuentro de España con Paraguay. Fue lo
siguiente: mira, Fuad, no te quepa la menor duda de que
Iker Casillas, que anda el hombre tan dubitativo en la
portería, por lo cual ha perdido gran parte de ese fervor
que despertaba, parará un penalti, antes o después, y
volverá a ser venerado como ese ídolo de masas que han
sabido fabricar los que comercian con ese menester. Pero es
conveniente que sea así, para que recupere el tino y pueda
lucir sus otras cualidades. Testigo de la conversación fue
Andrés Domínguez. Colaborador de esta Casa.
MARTES. 6
Dicen los que no se cortan lo más mínimo en desearme lo
peor, que no son pocos, que servidor, por haberse leído
cuatro libros, está convencido de que es un escritor de aquí
te espero. Y a mí, cada vez que me acusan de ello, me da la
risa floja. Eso sí, los cuatro libros que me achacan haber
leído, han debido ser “tochos” voluminosos. Puesto que de
leerlos, una vez, otra vez y vuelta a leerlos, me han dejado
ciertos músculos del cuello para el arrastre. Y éstos cada
dos por tres me causan dolores necesitados de calmantes,
deprisa y corriendo. Tal es así que el martes no tuve más
remedio que pedirle cita a Rafael Atencia Acosta.
Fisioterapeuta. Cuya clínica de fisioterapia y osteopatía se
encuentra en la plaza de Rafael Gibert. De manera que hoy he
podido ponerme a su disposición. Y debo decir que me he
llevado una inmejorable impresión de este profesional. En
fin, que a partir de ahora procuraré leer menos y hacerle
más visitas a Rafael Atencia.
MIÉRCOLES. 7
España jugó su mejor partido en el Mundial y Alemania
comprendió bien pronto que estaba a merced de los jugadores
españoles. Por lo que los alemanes anduvieron durante muchos
minutos desconcertados y sin saber a qué atenerse. La
pérdida del balón fue combatida por Joachim Low,
seleccionador, con lo que llamamos repliegue intensivo de
sus futbolistas. Es decir, les ordenó defender en bloque a
pocos centímetros de la mitad del campo. Pero España, además
de quitarles el balón a sus adversarios, les llenó de dudas
con la inclusión de Pedro en el equipo. La movilidad
de éste y su enorme calidad, desequilibró a los defensores
que se vieron obligados a estar pendiente del agujero que
Pedro había abierto por el lado de Jerome Boateng.
Lateral zurdo. Con lo cual Mertesasacker,
Friedrich y el propio Lahm perdieron casi todas
las posibilidades de pensar a la hora de jugar el balón y de
enlazar con sus compañeros de otras líneas. Sin capacidad
atacante por mor de los nervios cundidos por el jugador
azulgrana, nacido en Canarias, tampoco acertaban a
contragolpear con eficacia. Tal y como lo habían venido
haciendo en anteriores encuentros. Así, se veía que el gol
de España tenía que llegar. Y lo obtuvo Puyol con la
cabeza. En un saque de esquina. Haciéndose el sueco fuera de
la línea de remate, arrancó desde atrás en el momento
oportuno y logró un tanto impresionante. Extraordinario
Javi Hernández y enorme el sentido común desplegado por
Busquest. En cuanto a Xabi Alonso, debo decir
que mejoró actuaciones pasadas. Quizá porque pisó terrenos
donde no molestó, como otras veces, el hacer de Hernández y
de Busquest. Ah, Puyol, amén de marcar el gol, defendió de
manera impecable cuando los alemanes tocaron a rebato.
JUEVES. 8
Hacía mucho tiempo que yo no veía a Carlos Lamorena.
Pero tiempo, eh. Hoy, en cuanto me ha divisado, se ha venido
hacia mí para saludarme. Y lo ha hecho con la efusividad de
siempre. Lo primero que me ha dicho, rebosante de alegría,
es que se viene ya a vivir a Ceuta hasta el fin de sus días.
Carlos sigue teniendo el fútbol metido en la cabeza.
Hablando de fútbol se puede tirar la tira de tiempo. No
olvidemos que Carlos ha desempeñado cargos técnicos en
equipos de categoría. Carlos Lamorena no dudó en decirme que
lo primero que hace cada día es entrar en internet para leer
mi columna. Pues muy bien, amigo, a nadie le viene mal que
le regalen el oído.
VIERNES. 9
Por el centro de la ciudad camina Francisco Paris
como es costumbre en él: con el teléfono portátil pegado al
oído y ajeno a cuanto le rodea. Le saludo y apenas si se
percata de ello. Detrás de él, a pocos metros, viene Juan
Vivas. Quien se ha rezagado porque los viandantes no le
dejan en paz. Ya que su salida a la calle causa siempre
expectación entre sus seguidores. Que son multitud. Nos
saludamos. Y le digo que hace tiempo que no hablamos ni
mucho ni poco. Y el presidente, siempre rápido de reflejos,
me responde que será porque no hemos coincidido en ningún
sitio público. Eso sí, en el intercambio de impresiones
puedo comprobar que Vivas se ha levantado con el pie
derecho. Pues muestra la mejor de sus sonrisas y hasta me
parece haber apreciado que vive en estado de euforia por los
triunfos de la selección española. Y es entonces, cuando me
hubiera gustado decirle, lo bueno que sería que España
ganara el Mundial y, seguidamente, ascendiera la Asociación
Deportiva Ceuta. ¡Menuda gozada!
SÁBADO. 10
Nada más finalizar la columna, en la que hablo del gran
momento de España, me pongo a buscar en los anaqueles un
libro de Caro Baroja, que he leído en dos ocasiones,
para documentarme sobre supersticiones y esoterismos, con el
fin de escribir acerca del ya famoso pulpo Paul;
cefalópodo alemán que se ha convertido en una estrella por
sus aciertos haciendo cábalas futbolísticas. Y en vista de
que en los anaqueles reina el más completo desorden, basta
que busque un libro para que no lo encuentre. Si bien en el
intento siempre aparece otro que algún día tampoco quiso que
yo le viera. En este caso, el libro que me invitó a tenerle
entre mis manos es uno que me regaló Joaquín Amador
García, ‘Quinín’. Una de las veces en las que acudí a
visitarle cuando estaba viviendo en la Residencia Nazareth.
Y lo primero que hago es leer la dedicatoria. Reza así: A mi
amigo De la Torre esperando que el próximo año pueda
regalarle otro. Lo que no pudo ser. Puesto que Joaquín
Amador murió antes. Por cierto, muchos han sido los que han
hablado de tan extraordinario escritor costumbrista. Pero
pocos fueron los que se dieron una vuelta por la residencia.
En los días que necesitaba más que nunca la visita de amigos
y conocidos.
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