La última cita de los actos conmemorativos del centenario de
la Comunidad Hindú estuvo cargada de sensaciones y
tranquilidad a través de la búsqueda del ‘karma’, sobre
todo, durante la sesión de meditación. Además, los ceutíes
pudieron completar su visión sobre esta cultura gracias a la
intervención de un orador sobre los valores y principios del
hinduismo. Como fin de fiesta, Bollywood atrajo todas las
miradas.
La rutina, lo cotidiano, el desgaste. Todo ello quedó a un
lado ayer durante la última cita de celebración del
centenario de la Comunidad Hindú, que combinó la meditación,
con la historia y tradición, y como no podía ser de otra
forma, con el espectáculo de broche de fin de fiesta.
Los salones del hotel Ulises comenzaron a pagarse con la
llegada de Kanta Motwani, presidenta de la oenegé hindú
‘Hogar Suryoday’, encargada de oficiar el taller de Chakra.
Respiración y relajación para renovar esa energía “que
recibimos del cosmos y que nos proporciona fuerza para
desarrollar la labor diaria a través de los órganos
vitales”, susurró pausadamente.
Después de que todos los presentes alcanzasen la paz de su
“yo interior”, tomó la palabra un orador que versó sobre los
principios y valores del hinduismo, una “filosofía de vida,
no un dogma religioso”. Como “compleja” pero rica de
pensamiento quedó plasmada la filosofía hindú aunque para
los más curiosos la muerte y el duelo fueron aspectos sobre
las que surgieron varios interrogantes. “Para los hindúes,
la muerte es motivo de alegría puesto que aspiramos a la
reencarnación. Se llora por el apego a una persona pero la
realidad es que el cuerpo es como un vestido que, con el
tiempo, se va degradando”, explicó el orador.
Para clausurar y poner el broche final a la celebración
hindú, dos jóvenes voluntarias del grupo de baile Chand
Taari Group deleitaron al auditorio con varias danzas
exóticas a la par de sugerentes que encandilaron hasta a los
más pequeños del gran salón del Ulises.
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Bhaiyyu Dada transmite su primer mensaje al pueblo ceutí
La presidenta de la oenegé hindú
‘Hogar Suroyday’, Kanta Motwani, actuó ayer de mediadora
entre el líder espiritual de la entidad social y fundador
Bhaiyyu Dada, y el pueblo ceutí, que tuvo el privilegio de
ser el primero, a nivel nacional, en recibir un mensaje
desde la India: “Si algo he mencionado de manera incorrecta,
debéis aceptarme. Todos somos hijos de Dios de bebemos vivir
en amor y buena armonía”.
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