Ceuta una vez más alcanzando las
notas de los titulares, de tirada nacional, de la prensa
rosa y los culebrones de verano, con la Belen Esteban que
parece Avatar, con esa cara que tiene. En mis tiempos de
Angulo y Calamocarro, mientras me lavaban el coche, hablaba
con los señores morenos, sobre temas futbolisticos del
Continente Africano, de los equipos de Camerún y Nigeria,
máximos exponentes en los años noventa del futbol africano.
Entre ellos, hacían sus aspamientos y comentaban las
diferencias de los yekini, Amunike, Amokachi, Finidi que
eran las águilas verdes de Nigeria, en Camerún, el mítico
equipo del Canon Yaoundé, surtió a España, de Thomas Nkonno,
el que fuera mítico portero del Español, de su
apadrinamiento, llegó Kameni, y salió Ethame Mayer, más
conocido en el Sevilla por Lauren, traspasado al Arsenal
inglés.
De todos los subsaharianos, como todo hijo de buen vecino,
tiene su corazoncito cuando llegan los Mundiales, y mientras
fueron cayendo paso a paso, Sudáfrica, Camerún, Ivory Coast
como sale en el FIFA, que es Costa de Marfil, Ghana y los
charrúas de Forlán, pagaron el pato y las iras de los
agitadores, en el comedor del CETI, a la tanda de penaltys.
Los vigilantes, los pobres parecían los árbitros que quitan
goles legales, no repiten penaltys como Carlos Batre, o son
Al Gandhur, el mítico egipcio, que quiere papeles en
España...
Si ahora yo fuera el director del CETI, y digo señores, el
televisor apagado, o si acaso está escacharrado, como diría
un castizo, no hay mesas ni sillas, por que las han roto, no
hay pelota que valga, como decían las abuelas del Patio
Morales, quitando el futbol que manchaba las ropas de los
cordeles.
Un amago de motín a bordo, la Bounti de Marlon Brando se ha
cernido sobre el CETI, ahora varios en busqueda y captura,
los devolverán a GHANA, a lanzar ellos los penaltys. Luego
sale en la tele , que han quitado el futbol en el CETI,
pobrecitos y claro, la demagogia, el racismo, la xenofobia,
y nadie habla de la solidaridad y recogida de firmas a favor
de los DOS VIGILANTES heridos y apabullados en la
escandalera de la sobremesa, de los penaltys. Encima
exigiendo, con las gafas, los tenis caros, los móviles,
chuelando con las cámaras de fotos y se nos quejan, y dice
un viejo por la calle, escuchando la conversación, anda irse
a vuestra tierra. Claro y se calienta la cosa.
|