Desde un punto de vista evolutivo,
los abusos y las maldades, son muy positivos para los
españoles. Porque nos hacen crecer desde una perspectiva
humana y darnos cuenta con absoluta claridad de lo que “no”
queremos seguir padeciendo. Y de lo que deseamos cambiar. Es
un deseo y es una intención fruto de la mala experiencia
directa o indirecta ,ya que viendo, hemos ido aprendiendo lo
que debemos eliminar en un futuro y lo que hemos de exigir,
por adelantado, a aquellos que estarán llamados por nuestros
votos a gestionar España. A gestionar nuestro derecho a la
libertad , a la seguridad, al trabajo, al contento y a las
garantías inalienables del ser humano.
Y, si algo tenemos claro es que, en la Nueva Transición, no
existirán los “timbrazos al alba” con excepción de las
detenciones de criminales violentos y peligrosos, de esos
que han de ser sorprendidos y neutralizados en sus guaridas
para que no se escapen y sigan jodiendo a la sociedad con
sus crímenes. Al resto de la ciudadanía se la citará para
que se presente en las dependencias policiales para prestar
declaración y tras la declaración se pide o no se pide la
orden de entrada y registro. Nunca jamás, en la Nueva
Transición, se alertará a las televisiones para que filmen
en plan “reality show” las detenciones y las irrupciones de
los policías en los domicilios de las personas normales.
¿Qué que entiendo por “normales”? Pues los que no son
miembros de bandas organizadas que roban, asaltan,
secuestran, matan, trafican con drogas y armas, violan,
abusan de los niños, practican cualquier tipo de violencia ,
son mafias puras y duras o sospechosos de cualquier tipo de
actividades terroristas. Esos son los “malos-malosos” por
antonomasia, el resto de quienes sortean con mayor o menor
habilidad los preceptos del Código Penal y conforman el tipo
de “delincuentes-trajinosos” es decir, especializados en
trajines de cualquier tipo, llámense económicos,
urbanísticos, chanchulleros y con los dineros como fin
último, esos no son violentos y no arman tiroteos cuando
llegan los agentes, ni se resisten como fieras, ni toman
rehenes. No son peligrosos, no tienen por qué esposarles a
la espalda para evitar el riesgo de fuga, ni esposarles de
ninguna manera porque basta y sobra un “acompáñenos”. Y como
no existirán cámaras de televisión ni fotógrafos para
recoger para la posteridad la humillación de la detención ,
el “paseíllo con los grilletes” perderá su razón de ser
actual, que es provocar el escarnio del detenido y brindar
la imagen a la opinión pública para que inicie, de
inmediato, el montaje del célebre “juicio paralelo
mediático”. Como los juicios mediáticos estarán prohibidos
por ley y se acabarán las tertulias del colorín leyendo
sumarios sobrarán las ordalías públicas y publicitadas.
¡Pitiklín, pitiklín! El timbre mañanero que hoy pone a los
españoles de bien los pelos como escarpias. En las puertas
las cámaras de televisión. ¿A quien “le ha tocado” esta vez?
Pues al Presidente Pepero de la Diputación de Alicante por
gentileza de los de Anticorrupción, varias horas detenido,
diez minutos declarando (La Razón dixit) y le dejan
marcharse “ya le avisarán”. Pero el escándalo está asegurado
y la muerte civil ronda al tipo que recibe el inconfundible
y enérgico “pitiklín, pitiklín” temprano.
Dicen que, quienes han tenido la desgracia de escucharlo ya
no lo olvidan jamás. Porque suena “distinto”. Hoy por hoy,
tan solo podemos pedir a Dios nuestro Señor que, en su
infinita misericordia, nos conceda no oír jamás esos
timbrazos que son heraldos de que alguien te ha señalado y
puesto en el punto de mira. ¿Ven? En eso los creyentes
llevamos ventaja psicológica porque confiamos en la
protección del buen Dios, la única con la que se puede
contar en esta dolorida y asustada España en el día de hoy.
Pero mañana será distinto, porque elegiremos a buenas
personas que erradicarán los abusos, los montajes y las
represalias y encima tendremos una Constitución que no dirá
ni una sola mentira, tan solo verdades. Y las garantías
serán garantías y el Defensor del Pueblo mandará más que
todos los políticos juntos porque defenderá “de verdad” e
impedirá que nos hagan víctimas de maldades. Y se escribirán
libros y se harán miniseries sobre aquellos terroríficos
“pitiklines tempranos” y llegaremos a pensar en ellos como
en algo increíble, una broma macabra y de mal gusto
perteneciente a “los tiempos oscuros”. Episodios siniestros
que nos ayudan a saber y a estar seguros de lo que “no”
queremos ni para España ni para los españoles y ahora vamos
a lanzar juntos al Universo nuestros más fuertes deseos :
¡No más pitiklines del miedo! ¡Viva la libertad!.
|