La nueva ley supone precisamente un avance en preveción y
educación sexual y reproductiva
El pasado 5 de julio entró en vigor la nueva Ley de salud
sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del
embarazo. Desde que comenzaron los trabajos parlamentarios,
esta ley, mal llamada “Ley del aborto” ha sufrido los
envites demagógicos de la derecha y ahora, en vigor, se
enfrenta a la amenaza de incumpliemiento por parte de
algunos barones regionales del PP.
En nuestra ciudad, ayer pudimos ver en medios de
comunicación al Presidente del PP ceutí afirmando que la
práctica del aborto es un “fracaso y un drama”, aunque
paradójicamente apoyaba el recurso de inconstitucionalidad
presentado por su partido a nivel nacional.
Ciertamente, cada interrupción de un embarzo supone un
fracaso de la prevención y de la educación y un drama para
aquellas mujeres que tienen que tomar esta difícil decisión.
Por estos motivos la sociedad española reclamaba una nueva
regulación que apostara de manera clara por la evitación de
los embarazos no deseados y que diera mayores garantías a
las mujeres que deciden interrumpir su embarazo.
Sorprende por tanto que el Presidente del PP ceutí esté a
favor del recurso de inconstitucionalidad de esta ley. Quizá
la demagogia del PP ha hecho que sus militantes e incluso
representantes desconozcan el contenido de esta ley. Por si
esto fuera así:
La nueva ley de salud sexual y reproductiva y de la
interrupción voluntaria del embarazo consciente del FRACASO
del sistema actual en la prevención de embarazos no
deseados, dedica su Titulo I a las políticas de salud sexual
y reproductiva. En su articulado detalla una serie de
objetivos de actuación para los poderes público y de medidas
en el ámbito sanitario y educativo. Para el cumplimiento de
las cuales el Gobierno aprobará un Plan de Estrategia de
Salud Sexual y Reproductiva, en cooperación con las CCAA y
con la colaboración de sociedades científicas y
profesionales y de organizaciones sociales. Este plan, que
pondrá especial énfasis en los jóvenes y adolescentes y en
colectivos de especiales necesidades, se marca como reto
fundamental reducir el número de embarazos no deseados, y
por tanto el de abortos, a traves de la información y la
educación. Esta es la parte de la ley que el PP parece
olvidar.
Por otro lado, no cabe duda de que interrumpir un embarazo
es una decisión DRAMÁTICA para aquellas mujeres que tienen
que tomarla. Por eso era necesaria una ley que salvaguardara
la dignidad de la mujer y su seguridad en esos momentos tan
difíciles.
El aborto no entra en nuestro ordenamiento jurídico con esta
ley, está regulado en España desde 1985, durante esos casi
25 años, la sociedad española ha avanzado en favor de la
autonomía y el reconocimiento de pleno de los derechos de
las mujeres, poniéndose de manifiesto la necesidad de
abandonar la regulación punitiva y optar por una nueva
legislación garantista y preventiva. Por eso, esta nueva ley
dedica su Título II a regular las condiciones de la
interrupción voluntaria del embarazo y las garantías en el
acceso a la prestación. La sociedad exigía garantizar la
seguridad jurídica y el respeto a los derechos fundamentales
de las mujeres y de los profesionales que las atienden y la
equidad territorial.
Por todo esto, decirle al Presidente del PP en Ceuta que el
Gobierno del PSOE, siendo consciente de que el actual
sistema fracasaba y de que había que apoyar desde la
administración a las mujeres que se enfrentan a una
situación tan dramática, inció los trámites para la
aprobación de la ley de salud sexual y reproductiva y de la
interrupción voluntaria del embarazo. Una ley que, en vista
de sus declaraciones, debería apoyar desmarcándose de la sin
razón de su partido a nivel nacional. Porque esta ley viene
a dar respuesta al fracaso y el drama que supone la
interrupción voluntaria de un embarazo.
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