Este capítulo de las subvenciones
se ha hecho tan normal que, cualquiera puede pedirlas y uno
siente extrañeza cuando ve quienes son los que las reciben y
quienes, por no tener “méritos” contraídos, se quedan sin
ellas.
Es tan ambigua esta situación que alguien escribía, hace
pocos días que, hasta para “honrar” a las “víctimas de ETA”
se habían pedido. ¡¡Faltaría más!!. Afortunadamente, no creo
que haya desaprensivos que lleguen a concederlas.
Y si estas solicitudes o reclamaciones de subvenciones son,
digámoslo suavemente, pintorescas, no le van a la zaga esas
otras que se llevan concediendo a ciertos colectivos, a los
que incluso en los carteles anunciadores de atascos o
retenciones se les hace propaganda, a los que se les hace,
poco menos que “salvadores de la moral pública de los
pueblos”.
Y no quería entrar hoy en este capítulo, aunque sí me llama
la atención esa generosidad con ciertos grupos, cuando para
cosas más necesarias, cuesta sudor y lágrimas que lleguen
recursos, como es el caso de la carretera de García Aldave.
Aquí ha habido, no hoy, ya hace más de seis meses, un
derrumbe que ha dejado una zona de esa carretera en
constante peligro, por el precipicio de unos 100 metros, y
para reparar esos “desperfectos” el Estado ha concedido a la
Ciudad una subvención de 64.000 euros, cosa tan
insignificante como se puede deducir del hecho de que en el
Recinto Sur y para el desprendimiento con un talud de algo
más de seis metros, en su día se necesitaron dos millones de
euros. ¿Qué se va a poder hacer con estos 64.000 euros?.
Si toda comparación es odiosa, aquí, además de serlo es
totalmente insuficiente, para poder llevar a cabo un arreglo
en García Aldave, con esa peligrosa caída al vacío, ¡¡100
metros!! Y que, además, se ha quedado sin punto de apoyo
para el muro de protección.
Tirando muy por lo bajo, expertos en este tipo de obras y
casi para hacer algo para salir del paso, el coste sería,
como mínimo de 120.000 euros, y ahí está la subvención que
hemos citado de 64.000, puesto que el Ministerio de Política
Territorial sólo puede financiar hasta un 50%, con lo que la
pregunta que nos surge es:”¿Y lo otro quien lo pone?”.
Hay que volver a recalcar que el lugar queda con gran
peligro cuando, precisamente, la zona de rodadura no cuenta
con desagües fluviales y la inseguridad es grande por las
dificultades tanto para los vehículos pesados, como para las
emergencias, a lo que hay que añadir que la señalización es
tan deficiente que no hay ni elementos reflectantes que
alerten del peligro. Esto, de momento, está, como, “dejado
de la mano de Dios”.
Y como “a río revuelto, ganancia de pescadores”, Los Verdes,
su portavoz en Ceuta, piden a las instituciones responsables
que “miren a la cantera” sobre la que se ha producido el
derrumbe, terrenos propiedad del Ministerio de defensa y
explotados por una empresa privada”.
Este tipo de afirmación, suya que no mía, no debe ser tan
simple, y esa empresa, cuando está ahí, por algo será, no
creo que haya llegado y gratuitamente se haya metido en
“casa ajena”.
Siguen Los Verdes:” Que no culpen a la naturaleza, que los
temporales tendrán la culpa de otros destrozos, pero este
estaba cantado antes”. Son sus razones, alguien tendrá que
responder.
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