La llegada del mes de julio ha
significado, entre otras muchas cuestiones, la conmemoración
del segundo aniversario de la implantación de una nueva
naviera en la línea que une las ciudades de Ceuta y
Algeciras, la del delfín rojo, los “Ferrari” del Estrecho,
FRS. Aún recuerdo los diferentes comentarios que suscito mi
primera reflexión al respecto publicada un miércoles 30 de
julio de 2008 en la cual, reseñaba tras años de experiencia
en mis desplazamientos a la península, la puntualidad de
unas embarcaciones que cumplían escrupulosamente con los
horarios establecidos en el contrato suscrito entre esta
compañía y sus usuarios.
No obstante, esta no es la única excelencia que continua
atesorando la naviera del delfín rojo tras dos años de
actividad en una línea marítima caracterizada por la
impuntualidad en los horarios, la falta de limpieza a bordo
de las embarcaciones que operaban hasta ese momento y la
carencia absoluta de información y atención hacia los
viajeros. Sin lugar a equivocarme, puedo afirmar que la
limpieza a bordo de las embarcaciones de la naviera FRS,
Algeciras Jet y Ceuta Jet, satisfacen absolutamente las
exigencias de un pasaje que comprueba como la tripulación se
esfuerza en las labores de limpieza al finalizar cada una de
las rotaciones posibilitando una excelente pulcritud en
todas sus instalaciones.
Durante años, los ceutíes hemos criticado la falta de
atención de un personal desmotivado por el desinterés de
unos directivos obstinados en la obtención de beneficios
obviando totalmente la calidad en la prestación de un
servicio esencial hacia quienes se veían obligados a
consumir el producto en cuestión. En la actualidad, la
oferta se ha ampliado y los ceutíes podemos valorar y
decidir con quien viajar tras comparar la calidad de los
servicios recibidos por las diferentes navieras que operan
en esta línea; Acciona Trasmediterránea, Balearia y FRS
Ibéria.
Por tanto, hoy los ceutíes podemos comparar con conocimiento
de causa la relación calidad-precio que ofrecen las
diferentes navieras que operan en el Estrecho y decidir cual
de ellas cumple con nuestras expectativas aunque, no
quisiera finalizar mi reflexión de hoy sin significar la
última esencia de unas embarcaciones, que ofrecen a sus
usuarios la posibilidad de disfrutar de las ventajas de una
clase superior, que incorpora un buffet totalmente libre sin
restricciones así como, el privilegio de efectuar la salida
con preferencia sobre el resto del pasaje con un coste
adicional mínimo y asequible. En definitiva, una naviera que
conserva, dos años después, las mismas virtudes con las que
se presentó al pueblo de Ceuta un día del mes de julio de
2008.
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