El ingeniero de Telecomunicaciones ceutí afincado en
Madrid, Arjandas Sundardas Mirchandani, será uno de los
encargados de inaugurar mañana el acto organizado por la
Comunidad Hindú, ‘Más de 100 años juntos’, un evento que
pretende hacer una reflexión sobre la presencia centenaria
de los hindúes en la ciudad autónoma; y como acto
conmemorativo de la llegada de la primera familia hindú
residente en Ceuta. Sundardas ofrecerá la ponencia ‘Origen y
futuro de la Comunidad Hindú’. Durante estos días se
llevarán a cabo actividades donde se analizará y se debatirá
la influencia que ha tenido la Comunidad en la sociedad y la
aportación cultural. Además, compartirán música, danza y
gastronomía.
Pregunta.- ¿Sobre qué versará su ponencia del jueves?
Respuesta.- Voy a hablar de la evolución de los sindhis en
Ceuta, dado que mi abuelo fue el primero que llegó hace 101
años, en un momento en el que la India aún era británica. El
hombre vino con la preocupación de abrir negocios. Entonces,
mi ponencia versará sobre cómo hemos ido evolucionando desde
aquel momento. Aunque ya cada vez son menos los que nos
dedicamos a las labores del comercio.
P.- ¿Siempre fue el comercio la ocupación principal de
los sindhis?
R.- Así era en el pasado. Sí que es cierto que, quizá por el
aprendizaje de los mayores o porque lo llevamos en la
sangre, los hindúes somos buenos comerciantes, o más bien,
buenos negociantes. De esa manera, en España se tradujo que
nos dedicábamos al comercio tradicionalmente. En este
momento ha cambiado, si te vas a Londres, los hindúes
comercian pero a gran escala, con empresas, en lugar de con
mantelerías y transistores. Esta es una cualidad que nos ha
ayudado en el mundo de los negocios.
P.- ¿Qué cambio laboral se ha producido actualmente?
R.- Ahora, los hindúes más jóvenes se dedican a estudiar y
van dejando de lado el comercio por ser un negocio primario
para dedicarse a lo que sería un negocio de mayor enjundia.
P.- ¿Cuántos hindúes viven en la ciudad autónoma?
R.- No podría dar un dato exacto porque hace muchos años que
no resido en Ceuta, pero creo que puede haber ya unos 600
hindúes, que no indios, porque la mayoría de nosotros somos
de nacionalidad y de origen español. Es un porcentaje
pequeño respecto al total de la población.
P.- ¿Cómo es la vida familiar de un hindú? ¿Cómo es su
cultura?
R.- La cultura hindú, respecto a la sociedad media, es
tradicional. En los hogares se tiene el concepto de familia
muy arraigado. Se conserva mucho el respeto a los mayores,
porque siempre hemos trabajado en familia, y hemos aprendido
todo de nuestros mayores, a vivir, a crecer y a trabajar. La
religiosidad también es un tema fundamental, aunque por
desgracia, en Ceuta, veo que cada vez viene menos gente a
rezar al Templo.
P.- ¿Necesita el hindú un espacio en particular para
rezar?
R.- La generalidad es que el hindú reza donde puede y donde
le dejan, no necesita de un gran sitio. Aunque sí es cierto
que los hindúes tenemos una costumbre especial, que yo
también conservo y mantengo en mi casa de Madrid, que es
tener un pequeño templo en casa. ¿Qué mejor sitio para
rezar? Aunque eso no quita que pueda irse a templos
generales. Si no podemos tener un templo propio o una
habitación, intentamos tener un rinconcito especial donde
rezar.
P.- ¿Qué opinión le merece el uso escaso que se hace del
Templo en Ceuta?
R.- Tener un Templo como el que tenemos es un lujo asiático.
Hay que agradecer el esfuerzo que hace la Ciudad por
mantener y luchar por todas las culturas de la ciudad
autónoma, dejando que desarrollen su cultura y mantengan sus
tradiciones. El Templo es una maravilla. Mi familia vive muy
cerquita y siempre que puedo, y viajo a Ceuta, me paso por
allí. Todos los días, los que pueden se reúnen en el Templo
para celebrar el ‘arti’ sobre las 10:30 horas. Cuando voy
allí suelo encontrarme siempre con gente más mayor que yo,
me gustaría encontrarme con personas más jóvenes.
P.- ¿Ha hecho mella la sociedad en los jóvenes hindúes?
R.- La sociedad ha influido en todos para bien y para mal.
Creo que ahora todos somos más consumistas, más modernos y
más liberales. Pero si hablamos de la particularidad de
Ceuta, los jóvenes hindúes son totalmente iguales que
cualquier otro que pueda ser católico, hebreo o musulmán,
están muy integrados unos con otros.
P.- ¿Se siente el hindú integrado en Ceuta?
R.- El otro día lo comentaba con un amigo, en Madrid. Y le
decía que Ceuta era una ciudad maravillosa para vivir ya que
habíamos conseguido integrarnos y convivir perfectamente. En
la actualidad hay hindúes en todas las profesiones, médicos,
abogados, economistas, militares, etc. En Ceuta hemos podido
echar buenas raíces porque es una muy buena tierra. Yo he
tenido que marcharme a Madrid por trabajo, pero es cierto
que allí es muy fácil integrarse y vivir bien. Mi abuelo fue
un visionario hace 100 años.
P.- ¿Qué relación mantiene con otras religiones?
R.- Mi padre fue el primer hindú en Ceuta que estudió en un
colegio católico, en Los Agustinos. En Ceuta, los hindúes
estamos integrados en cofradías de Semana Santa y
participamos activamente. Particularmente, soy muy allegado
a la Hermandad de La Macarena de Sevilla. En la ciudad
autónoma, los hindúes hemos sido bastante respetuosos y eso
es muy importante para convivir, integrarse y echar raíces.
P.- ¿Es el hinduismo una religión integradora?
R.- Creo que sí, y mucho. En mi templo tengo un Cristo y una
imagen de la Macarena. Cuando viene un católico a mi casa es
algo que le llama mucho la atención. Es una cultura abierta,
el hinduismo dice que nunca hay que desechar una religión.
Con este evento conmemorativo queremos invitar a todos los
ceutíes a que participen de la cultura hindú.
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