Raro es, que los lunes me levante
con ganas de reír. Lo más normal es que relevante con cara
de pocos amigos pensando que el euro millón no me ha tocado
y que tengo que seguir en las mismas condiciones de siempre,
es decir con menos dinero en los bolsillos que uno que se
está duchando.
Pero como ustedes, o sea todos nosotros los “capitalistas”,
están en mi misma situación, sin un euro en el bolsillo y
rezando para que les toque algo, bastante tiene con sus
problemas para que venga yo a contarle los míos.
La sabia de mí abuela, ante esta tesitura, siempre
acostumbraba a decir “a mal tiempo, buena cara”. Así que
dejándome llevar por la frase de mí adorada viejita, decido
reírme un rato contándome un chiste que aunque me lo se, de
tanto repetirlo, me hace gracia.
Y decido porque, entre otras cosas, yo puedo decir lo que me
venga en ganas sin tener en cuenta, para nada, lo que otros
quieran decidir, me decido a buscar chistes que tengan
cierta gracia, totalmente nuevos, para contárselos a
ustedes.
De momento he encontrado dos que me han hecho gracia. A lo
mejor a ustedes nos les gustan, pero a mí parecer son los
dos mejores chistes que he encontrado durante esta semana.
La luz de momento no sube, porque subirá en el mes de enero.
Eso pienso yo. Igual puedo estar equivocado. Cosa que me
extraña mucho, porque no me equivoco casi nunca, por no
decir nunca, en todo cuanto adelanto en mis escritos. Tiempo
al tiempo.
De momento nos han subido la cosa del gas. Hay que
prepararse a pagar, cada vez que usted pida una bombona, ese
ocho por ciento que ha aumentado de precio. Con lo cual,
usted y todos los que más tenemos, somos un ocho por ciento
más pobres.
Se sube el IVA, y más de lo mismo. No hay que ser un
entendido en economía para saber que esa subida, se quiera o
no, repercutirá sobre los más pudientes a la hora de ir a la
cesta de la compra. Eso está de una claridad meridiana. La
misma claridad que está de que siempre somos los mismos los
que pagamos, los que menos tenemos.
¿Qué cuál es le chiste, qué no lo ven por ninguna parte?.
Porque lo que estoy contándoles más que para reír, es para
echarse a llorar a moco tendido. Ahí va el chiste. Un alto
ejecutivo, de esos que tienen mando ha dicho: ”que esa
subidas no va a afectar al poder adquisitivo de los
pensionistas”. ¿A qué es buenísimo el chiste?.
Pues vamos por el segundo, que tampoco está falto de gracia.
El secretario de CC. OO, Fernández Toxo, en una entrevista
concedida al diario “EL MUNDO”, a la pregunta del
entrevistador; ¿Por qué no se financia los sindicatos a
través de sus afiliados y de la declaración de la renta,
como la iglesia católica las ONGS. Ha respondido:”Es que ya
nos financiamos con las cuotas de los afiliados que dan
soporte a la acción de los sindicatos donde se dilucidan
intereses generales, no sólo de las personas afiliadas. Del
Estado sólo viene el 5% de los ingresos.
Con el debido respeto señor Toxo pienso, igual estoy
equivocado, que con sólo las cuotas de los afiliados, los
sindicatos no podrían subsistir. Igual que pienso que, sin
esas subvenciones del Estado a los partidos políticos les
pasaría lo mismo. Lo que no se es la razón por las qué hay
que dar esas subvenciones.
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