La carretera de García Aldave sufre desde hace más de medio
año un grave desprendimiento que la ha dejado en parte
“colgada” sobre un precipicio de 100 metros correspondiente
a una de las canteras de Benzú. Gran parte del muro de
contención, de piedra, que la sostenía no tiene ahora
sujección posible y para la “reposición del trazado”, el
Estado ha concedido a la Ciudad una subvención de 64.000
euros. Para el arreglo del desprendimiento del Recinto Sur,
con un talud de poco más de seis metros, hicieron falta 2
millones de euros. Entre tanto, las medidas de seguridad en
esta peligrosa curva son casi nulas, y las señales, mínimas.
La Ciudad Autónoma recibirá del Estado una subvención de
64.272 euros para el arreglo del desplome de la carretera de
García Aldave, con una peligrosa caída de unos 100 metros al
vacío y que se ha quedado sin punto de apoyo para el muro de
contención. De suponer esta cantidad el tope que se concede
a las obras de emergencia necesarias para reparar los daños
de los últimos temporales en las infraestructuras públicas
-información que EL PUEBLO intentó ayer recabar de la
Consejería de Fomento- el presupuesto de esta obra
ascendería a unos 120.000 euros, ya que el Ministerio de
Política Territorial sólo puede financiar hasta un 50%. La
cifra resulta llamativa, por escasa para una obra de
ingeniería de estas características si se tiene en cuenta
por ejemplo que para la reparación del talud y la muralla,
de unos seis metros de altura que se derrumbaron en el
Recinto Sur en 2006 y que se afectó a unos 35 metros
lineales de carretera, fueron necesarios 2 millones de
euros.
Entre tanto, y cuando han transcurrido más de seis meses
desde los temporales tras los que se produjo este último y
definitivo derrumbe en la carretera de García Aldave, la
Ciudad sólo ha procedido a la ampliación de la curva, con
una más que considerable pendiente, hacia el interior. La
nueva zona de rodadura, que no cuenta con desagüe de
pluviales, se ha recubierto con una capa de hormigón, y se
ha colocado una bionda sin luces ni elementos reflectantes
que alerten a los conductores del peligro que supondría
sobrepasarla. El riesgo aumenta con la conducción nocturna o
visibilidad escasa por bruma u otras circunstancias. La
caída al vacío en caso de que un vehículo se salga de la
curva es de más de cien metros, en concreto, hasta el
depósito municipal de vehículos ubicado en la barriada de
Benzú.
Por su parte, en el exterior de la curva que se ha
derrumbado, situada en la tangente sobre las dos canteras en
explotación en Benzú, no se ha instalado sistema alguno de
seguridad, ni siquiera una bionda, y si un coche o un
vehículo pesado se sale de la vía al descender corre también
riesgo de despeñarse por la pared vertical de la cantera
bajo la cual se ha desplomado la carretera.
En el vacío
En el aire quedó la barandilla de protección de la que es la
única carretera de acceso al Monte de García Aldave,
mientras que el muro de contención, con obra de piedra, que
la sustentaba ya no tiene posible asiento en el terreno. Así
las cosas, la solución dada de forma provisional al rebajar
parte del terreno de la curva hacia el interior se perfila
como la única posible para que la carretera pueda ser
transitable con seguridad, aunque la curva tiene una
considerable pendiente que ha pasado ya de un 10 a
aproximadamente un 13% con esta obra que se llevó a cabo con
el fin de reabrir la vía al tránsito rodado. De optar por un
mayor rebaje del terreno en línea recta, la pendiente
aumentaría aún más.
Vehículos de emergencia
Las dificultades de los vehículos pesados, por ejemplo, los
de emergencia, para circular por este tramo de carretera
-que no tiene alternativa si no es accediendo al monte desde
el Serrallo-, son más que ostensibles, y este diario era
testigo ayer a media tarde de la maniobra de un camión de
bomberos que, al descender por la pendiente ocupaba toda la
anchura de la calzada. Existe un punto en la parte baja por
la que en la actualidad no caben dos turismos que se
encuentren circulando en paralelo.
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‘Los Verdes’ pide “que se mire a la cantera y no se culpe
a los temporales” del derrumbe
El portavoz de ‘Los Verdes-Grupo
Verde de Ceuta’, Juan Redondo, quien además es uno de los
habituales usuarios de la importante vía de comunicación que
supone la carretera de García Aldave, la única que
circunvala este monte ceutí, pedía ayer a las instituciones
responsables que “miren a la cantera” sobre la cual se ha
producido el derrumbe, unos terrenos propiedad del
Ministerio de Defensa y explotados por una empresa privada.
“Que no culpen a la naturaleza, que los temporales tendrán
la culpa de otros destrozos, pero este estaba cantado
antes”, aseguraba Redondo en el lugar mismo del
desprendimiento. Respecto a lo que considera una excesiva y
deficiente explotación de la cantera, el presidente de Los
Verdes, recordaba la existencia de un plan para construir
viviendas en el lugar que ocupa. Se trata del proyecto
ganador del concurso internacional de arquitectura y
urbanismo Europan 8, que según se señaló en su día, se
incluirá en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y
que prevé VPO en esa zona de Benzú. “Que miren también cómo
se van a construir viviendas bajo una pared cortada a
plomo”, concluye Redondo.
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