Primero fue una lesión de rodilla del bailarín Antonio
Canales y después el mal tiempo reinante el sábado los que
han tenido en estos días en vilo a los ceutíes que
finalmente pudieron asistir ayer a uno de los mejores
espectáculos que se han podido disfrutar en la ciudad en los
últimos años. ‘Serenata Andaluza’ abrió el verano cultural
de las Murallas Reales con un público totalmente entregado.
La lluvia que provocó la suspensión del evento el sábado, no
hizo acto de presencia ayer y el bailarín Antonio Canales y
la pianista Mie Matsumura, dirigidos por el ceutí Javier
Puga, pudieron ofrecer al público ‘caballa’ un magnífico
espectáculo, muy aplaudido durante el mismo y bajo el
sujerente título de ‘Serenata Andaluza’.
Pasados unos minutos de las 22.00 horas, comenzaba el
espectáculo donde la pianista Mie Matsumura y el bailarín
Antonio Canales fueron los grandes protagonistas de la
noche.
Cientos de personas deseosos de ver este espectáculo tras la
suspensión del sábado se acercaron hasta las Murallas Reales
para con su presencia dar el pistoletazo de salida a un
verano cultural cargado de grandes espectáculos, siendo el
primero de ellos esta ‘Serenata Andaluza’. El gran
espectáculo ofrecido cautivó desde el primer minuto al
público presente quien se deshacía en aplausos a cada una de
las interpretaciones realizadas.
Bajo el sugerente y expresivo título, ‘Serenata Andaluza’
presentó al publico ceutí un concierto de piano clásico,
donde la virtuosa pianista japonesa Mie Matsumura interpretó
de manera extraordinaria una selección de obras de tres de
los compositores españoles más emblemáticos, como son Manuel
de Falla, Enrique Granados e Isaac Albéniz.
A lo largo del concierto, unas veces en solista y otras
conjuntamente, algunas de estas interpretaciones fueron
corografiadas el maestro Antonio Canales y Leonor Leal, ya
consagrada como una de las figuras femeninas más
interesantes del actual panorama del baile flamenco.
Además de estos tres componentes, la pianista, el bailaor y
la bailaora (agua, fuego y aire), un cuarto elemento vino a
confluir para completar la magia del encuentro, el grupo de
músicos flamenco (tierra), comopuesto esencialmente por un
cantaor de excepción, José Valencia, y dos guitarristas no
menos excepcionales, los hermanos Eugenio y Paco Iglesias,
secundados a las palmas por el compás del artista Bobote.
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