Bueno, ¿Y qué?, se dirá por más de
uno, incluso dentro de la enseñanza, como es mi caso.
Al final de curso, y que no lo olvide nadie, van a ser los
mismos días, y eso de “una semana” no es cierto, puesto que
se trataba de tres días lectivos, que luego no tenías en
puentes o en otro tipo de festividades que sí había en otras
partes de la Península, con lo que, por mucho que los
sindicatos, todos ellos, quieran poner el grito en el Cielo,
lo único que hacen con ello es, echar una cortina de humo
sobre sus fracasos negociadores.
El próximo curso, pues, en Ceuta las vacaciones de la Semana
Santa serán de 11 días, naturales, festivos incluidos, en
vez de lo que había anteriormente, desde hace una veintena
de años.
Ni que decir tiene que esos días, del “recorte”, estamos en
épocas de recortes, se sumarán a los días de puentes que
habrá en octubre, con la Fiesta de la Hispanidad, y en
diciembre con ese puente de la Constitución y de la
Inmaculada, por lo que no hay ni pérdida, ni ganancia, en
cuanto a días y lo único que queda es que diciembre,
“escolarmente” hablando, se ve con un auténtico tijeretazo,
que no sé cómo lo interpretará el Ministerio,
“pedagógicamente” hablando.
Tras muchas semanas, yo diría que meses, de inútiles
conversaciones, conversaciones baladíes, entre los
sindicatos y el Ministerio, la situación ha quedado como ha
querido el Ministerio, que les ha hecho dos cortes de manga
y se han quedado todos tan tranquilos, lo que indica el
“potencial” y la “capacidad” de negociación que los
sindicatos tienen.
Esta es la primera muestra, y no me refiero sólo a los
seguidores de Aróstegui, sino a todos los demás, que lo
único positivo que sacan los sindicatos es “tener unos
cuantos liberados”, todavía sin saber para qué. Es una
prueba más.
El curso 2010-2011 no va a tener la Semana Blanca pegada con
la Semana Santa. Las vacaciones, esas vacaciones, serán otra
cosa y los días lectivos y no lectivos aparecerán
distribuidos de una forma diferente al pasado curso.
Para los estudiantes ceutíes y para los docentes, el mes de
abril, como el de diciembre, será especial, ya que del 15 al
25 serán días de vacaciones, y de ahí en adelante se
enfilará el final de curso.
Esta “solución”, que ni es solución, ni es perjuicio, lo que
ha hecho ha sido terminar con la excepcionalidad de Ceuta,
en esos días, para quedar equiparada y equilibrada con otras
partes.
Siendo objetivos y los docentes no tenemos por qué no serlo,
con esta solución “no se nos ha quitado nada”, se nos ha
recortado por un lado, en tanto que ciertas fiestas que
había en otros lugares se nos dan a nosotros también.
Y lo que sí hay que resaltar, en ese poco tino de los
representantes sindicales, es que no fueran capaces de coger
una propuesta intermedia, sumando 3 días en vez de 5, a la
Semana Santa. Con lo que, al final, se hizo lo que el
Ministerio quiso.
Lo que no veo claro es lo que se dice desde el Ministerio de
Educación de que “ no es pedagógicamente adecuado” cortar
durante tanto tiempo el curso a mediados de trimestre.
No sé de qué ilustre cabeza pensante saldrá eso, seguro que
de alguien que no ha entrado mucho en un aula, y que no sabe
cual es la distribución del curso. Pero me extraña más
todavía que no hayan sido capaces, a estas horas, de salvar
las majaderías de la Señorita Galino, en épocas ya muy
pasadas. Hay para todos.
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