“Lo principal es crear afición en la base que es lo más
importante cuando un deporte necesita crecer y los campus
fomentan la ilusión y la ambición de mejorar, a la vez que
mejoran individualmente”. Estas palabras de Miguel Ángel
Hoyo, técnico-ayudante de Trifón Poch en el CB Granada de la
ACB, reflejan el sentir en líneas generales de los
organizadores (ICD) del primer campus de baloncesto que
arrancó el lunes y termina este mediodía. Una actividad
desarrollada por las mañanas en el pabellón Antonio
Campoamor con la asistencia de sesenta jugadores entre ocho
y diecisiete años y entrenadores de primer nivel que han
transmitido sus conocimientos tanto a los deportistas como a
los técnicos ceutíes. La última jornada, de puertas
abiertas, dará comienzo a las 11 de la mañana y se espera
que los familiares de los jugadores se den cita en la grada
del Campoamor. A las 13 horas se echará el telón al ‘Basket
Summer Camp’ con la entrega de diplomas y regalos a los
participantes. La consejera de Juventud, Deportes y Nuevas
Tecnologías Kissy Chandiramani y el director-gerente del ICD
Benjamín Álvarez han confirmado su asistencia al acto.
El baloncesto, la segunda modalidad deportiva en España con
más licencias, vive una época dorada con los éxitos de la
selección española, que lo ha ganado todo (salvo el oro
olímpico) guiada por una generación de excelentes jugadores.
Los Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes... que hace
once años visitaron la Ciudad Autónoma para enfrentarse a
Estados Unidos en un partido de preparación para el Mundial
junior, que acabarían ganando tras superar en la final al
equipo americano. En Ceuta, sin un referente en categoría
nacional desde hace años, el ICD y la Federación ceutí
trabajan con la base (babys, premini, mini e infantiles)
para potenciar la cantera, pero la mayoría de estos
jugadores no dan el salto a las categorías ‘superiores’; los
cadetes, juveniles, juniors y absolutos no pueden competir
por la falta de equipos. O lo que es igual no hay
competiciones y la progresión de los baloncestistas queda
frenada, además de entrenar para mejorar la técnica, el
manejo del balón o el juego colectivo, los jugadores
necesitan competir cada fin de semana.
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Entrenadores de prestigio dieron lustre al Campus
Miguel Ángel Hoyo, Naoufal
Uariachi o Nour Amri han estado en la Ciudad Autónoma
transmitiendo sus conocimientos a los jugadores y
entrenadores. De forma paralela al campus, el ICD organizó
unas jornadas de formación para entrenadores de baloncesto,
alumnos del Tafad, alumnos de magisterio que estudian
educación física y licenciados en Ciencias de la Educación
Física y el Deporte que han servido para vivir una semana de
baloncesto con mayúsculas. Miguel Ángel Hoyo, ceutí de
nacimiento, es el entrenador ayudante del CB Granada (equipo
de la ACB) y antes ejerció como ayudante y preparador físico
de los granadinos, por lo que su ponencia versó sobre la
preparación física aplicada al baloncesto. Carlos Yeray,
técnico de la delegación gaditana de la Federación Andaluza,
cerró el ciclo de ponencias con la planificación de una
temporada de los equipos de minibasket.
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