Es posible que haya caído en el
mejor momento de la reciente historia, el que España se
encuentre en un Mundial con todas las posibilidades de
llegar a la mismísima final.
Y digo que puede ser el mejor momento, porque, a parte de la
chorizada de que una gran parte de los encuentros de este
Mundial se transmitan por canales de pago, lo que sí viene
ocurriendo es que el personal se inhibe de casi todo, hasta
cuatro horas, viendo partidos y así reduce otro tipo de
gastos.
El pasado martes no pude ver la totalidad del encuentro en
el que España se medía a Portugal, porque a esa hora viajaba
a Madrid, y lo que sí puedo decir es que hacía más de
cuarenta años que, a esa hora de un 29 de junio, no había
visto yo una circulación tan fluida, prácticamente
inexistente, en las principales calles madrileñas.
El ahorro de energía, en esas dos horas largas, y así en
repetidas ocasiones, cada pocos días, la disminución de la
contaminación y el estar un poco más tranquilos todos, aun
con la tensión del resultado, tiene que haberse ido notando,
en parte, en España.
Y si el martes había poca circulación, desde las ocho de la
tarde, hasta las diez y media de la noche, no te quiero
contar lo que sucederá mañana sábado, con una gran parte ya
desplazados fuera de la capital y con España jugándose otro
puesto más importante. Eso es bueno.
Lo de mañana puede llevar como aperitivo lo de esta tarde, a
las cuatro, precisamente a la salida de fin de semana, y con
un Holanda – Brasil.
Reducción de gastos, ahorro de gasoil, ahora que el IVA ha
comenzado a hacer estragos para todos. El fútbol, pues, hace
un favor a Zapatero y a su equipo, con una rebaja de los
problemas y con el aliciente de llegar a la final.
Y como no todo va a ser fútbol, en la televisión, pues
mañana, sábado día 3, tendremos otros muchos minutos, más
bien varias horas, y así hasta el día 25, pendientes del
Tour de Francia que, este año, también, parte con
posibilidades de que se vuelva el triunfo para España.
Y si en el fútbol se empezó mal y se ha ido mejorando, cada
vez un poco más, en el Tour no es lo más apropiado lo del
principio, el pavés, para los corredores españoles, con
otras varias etapas llanas, con lo que tendremos que esperar
hasta la etapa octava en Morzine-Avoriaz para ver como están
las fuerzas de los aspirantes hispanos.
Mucha televisión y mucho deporte de lo bueno, hasta el 25 de
julio, para olvidarse de la crisis y de la recesión. A
partir de ahí, y con la crisis a cuestas, tras el fracaso de
lo que fue la presidencia de España, en los primeros seis
meses del año, a partir de ahí, digo, durante las
vacaciones, a “tostarse la barriga” en la playa o en la
sierra. Otra forma de afrontar la crisis.
Y pasando a otro asunto. Lo que habíamos dicho hace pocos
días se acaba de hacer oficial, con lo que el Ceuta se
medirá a 11 andaluces, a 6 murcianos, al Puertollano y al
Melilla.
No me gusta este grupo que estaría mucho mejor confeccionado
con los extremeños, Ceuta, Melilla, Puertollano y para
rellenar el Guijuelo, al que han dejado ahí en terreno de
nadie metido en el II grupo, con equipos asturianos y
vascos, en tanto que a los de Extremadura se los han llevado
a Galicia. La repera.
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