Los policías nacionales en prácticas que acaban de llegar a
la ciudad directamente desde la Academia del Cuerpo de Ávila
resolvieron el pasado miércoles, antes incluso de empezar
sus prácticas, su primer caso: encontraron y ‘rescataron’ un
total de 300 euros de un cajero automático de la ciudad.
Ahora, estos jóvenes agentes de la Ley se preparan para
servir a la comunidad ceutí en todo lo que necesite.
Acaban de llegar a la ciudad para completar su periodo de
aprendizaje y ya han solucionado con éxito una misión: la
que puede considerarse su primera misión. Se trata de los
alumnos en prácticas del Cuerpo Nacional de Policía, que,
venidos desde todas partes de España -aunque muchos también
retornan a la propia Ceuta- para poner la guinda final a su
formación como agentes de la Ley, el pasado miércoles
desplegaron con éxito la que fue su primera operación:
encontrar y ‘rescatar’ un total de 300 euros perdidos de un
cajero de la ciudad.
Estos Policías Nacionales en prácticas pertenecen a la
promoción 25 A y son, en total, 2.500. Los otros 2.500, los
pertenecientes al grupo de la 25 B, comenzarán su último
periodo de aprendizaje en septiembre en distintas ciudades
de España.
Ayer, las dependencias de la Comisaría de la Policía
Nacional de la ciudad les acogiópara proporcionarle la
última información, la última clase teórica. Después... A la
calle a trabajar y a servir a la comunidad ceutí.
Vocación y calidad de vida
Pedro Manuel García es uno de los ceutíes que han retornado,
después de haber pasado los últimos seis meses estudiando en
la Academia de Policía de Ávila, a su ciudad natal para
ejercer como un agente de la Policía Nacional.
“Lo más importante es la vocación y yo entré en este mundo
por ello, aunque también buscando una estabilidad económica”
explica Pedro, que señala que “la experiencia ha sido larga
entre las oposiciones y la posterior preparación, aunque ha
sido también buena”. Con respecto al cuerpo de la ciudad,
este joven Policía en prácticas señala que “Ceuta es muy
operativa y en ella te inculcan muy bien el hecho de servir
dentro de este Cuerpo. Además, el trabajo en mi ciudad de
toda la vida es más fácil porque conozco a muchas personas”.
“A causa de la crisis, se han eliminado por ahora bastantes
plazas; creo que tenido mucha suerte: he podido entrar a
trabajar a un mundo laboral que me gusta”, concluye.
Ana Mariscal es otra ceutí que vuelve a su tierra para
servir a la comunidad. “Ha sido un camino largo por las
oposiciones, pero ha merecido la pena”, señala, y concluye
que “las pruebas físicas para mi han sido especialmente
duras: pero las he superado con mucho entrenamiento”.
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