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sucesos - VIERNES, 2 DE JULIO DE 2010


oscar melgar. j.m. gomez.

entrevista / Óscar Melgar, Policía Nacional
 

«Ésta ha sido una de las operaciones más arriesgadas a las que nos hemos enfrentado nunca»

Óscar Melgar, uno de los dos policías nacionales que salvaron la vida de un vecino el pasado San Juan, describe la “dura” prueba que supuso para ellos este rescate y destaca la formación que reciben en primeros auxilios
 

CEUTA
José MANUEL Gómez

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Óscar Melgar Campoy fue, junto a Alberto Torralbo, uno de los agentes de la Policía Nacional que la pasada noche de San Juan rescataron a un vecino que se encontraba ahogándose a 50 metros de la orilla en las cercanías del espigón número 3, junto a la explanada de Juan XXIII. Óscar, que al igual que su compañero llegó “exhausto” a la arena, describe la operación que ambos llevaron a cabo para rescatar a esta persona, a la que practicaron las técnicas de primeros auxilios, que Alberto Torralbo también necesitó. Melgar destaca que esta operación “ha sido una de las más arriesgadas a las que nos hemos enfrentado nunca”, aunque también expresa su satisfacción por haber podido salvar una vida.

Pregunta.- Todo comenzó en una noche más de San Juan, con las playas de la ciudad llenas de personas pero también de riesgos. ¿Cómo supieron de este vecino que se estaba ahogando?


Respuesta.- Nosotros fuimos requeridos por una familia que se encontraba en la playa, en la zona de la explanada de Juan XXIII. Esta familia nos aseguró que había una persona en el agua que parecía estar ahogándose: así fue; corrimos hacia el lugar y, muy próximo a la línea de las boyas de seguridad y a unos 50 metros de la orilla de la playa, se encontraba esta persona alzando los brazos y pidiendo auxilio.

P.-Se lanzaron entonces al rescate.

R.-Así lo hicimos. Mi compañero Alberto Torralbo se lanzó inmediatamente al mar y pudo dar alcance a esta persona que se estaba ahogando. Y yo también me arrojé al agua.

P.-Pero hubo problemas para sacarlo del mar, ¿no es así?

R.-Los hubo. Y era normal que los hubiera en una situación como aquella: el hombre estaba desesperado por salvar su vida y se agarró a Alberto, al que no soltaba y al que tampoco dejaba moverse con agilidad y soltura. De hecho, los dos comenzaron a hundirse con rapidez y fue entonces cuando yo, que ya había entrado en el agua, los pude alcanzar: entre los dos sacamos a esta persona del mar; una persona que, además, era bastante corpulenta -pesaba unos 95 kilos- y que también había bebido. De hecho, al lado de sus pertenencias, en la playa, se encontraba una botella de alcohol.

P.-¿Y cómo se dio por finalizado el rescate?

R.-Mi compañero y yo llegamos a la orilla cargando con esta persona, que se había desmayado, y allí los demás compañeros del Cuerpo Nacional de Policía nos ayudaron a salir a los tres. Fui yo quien le aplicó la reanimación. Cuando volvió en sí, no podía reconocer a nadie ni tampoco sabía el lugar en el que se encontraba; de la misma manera, tampoco recordaba lo que había pasado. Poco a poco fue volviendo en sí y recuperando la memoria y la tranquilidad. Por otra parte, Alberto se desplomó en el suelo al llegar a causa del gigantesco esfuerzo que había realizado y tuvo que ser atendido por otro de nuestros compañeros, que le practicó a su vez las técnicas precisas para reanimarlo. Había llegado completamente exhausto a la orilla, y no era para menos. Solicitamos también la intervención de una ambulancia. La persona rescatada no se encontraba bien y nosotros mismos tampoco habíamos llegado a la playa precisamente en buen estado.

P.-¿Ha sido esta operación una de las más arriesgadas a las que ha tenido que enfrentarse a lo largo de su carrera?

R.-Sí que lo ha sido: sin ninguna duda. Tirarte al agua para sacar a una persona que te puede hundir con ella porque se agarra a ti por su vida -lo cual es normal debido al lógico ataque de nervios que padece en semejante situación- es una operación arriesgada; arriesgada y muy dura. Tanto para Alberto como para mi nos supuso un esfuerzo enorme. Los dos tragamos bastante agua y, además, la noche estaba bastante fría y había mucha humedad. Sin embargo, también supone una gran satisfacción para un Policía Nacional el poder enfrentarse a este problema y el saber que ha podido solucionarlo y servir a la comunidad salvando una vida. Eso es muy importante para nosotros.

P.-¿Les preparan en materia de socorrismo y de primeros auxilios en el cuerpo?

R.-Damos cursos de socorrismo y de primeros auxilios básicos tanto en la academia de Ávila como posteriormente. Después, nosotros también continuamos aprendiendo y profundizando en estas materias.
 

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