Agentes del Cuerpo Nacional han detectado en un desguace de
la Avenida República Argentina un vehículo que estaba
reclamado por robo por la Interpol. Las gestiones realizadas
por la Policía Nacional en Ceuta dieron como resultado el
descubrimiento de la persona que vendió al chatarrero el
vehículo. Sin embargo la Policía francesa determinó que el
propietario era otra persona.
Dentro de las labores cotidianas de inspección y control que
le corresponde al Cuerpo Nacional de Policía, se encuentra
las que se llevan a cabo en garajes, parking y desguaces de
vehículos.
Esta labor cobra mayor relieve en ciudades donde se produce
un importante tránsito de vehículos entre dos continentes,
como ocurre en Ceuta. Así organizaciones delictivas utilizan
ésta y otras vías para el Tráfico Ilícito de Vehículos.
Funcionarios adscritos a la Unidad de Delincuencia
Especializada y Violenta (UDEV), con motivo de estas
inspecciones para controlar la venta de vehículos o piezas
de los mismos, se personaron en una chatarrería de la calle
Argentina con el objetivo de proceder a la comprobación de
piezas y vehículos que estaban allí depositados.
Se consultaron varios bastidores así como placas de
matriculas de vehículos situados en la chatarrería, a través
de lo medios de los servicios informáticos del Cuerpo
Nacional de Policía, comprobándose un vehículo parcialmente
despiezado al cual le faltan las placas de matricula y que
tras una inspección del mismo se logra localizar la placa
con el número de bastidor dando como resultado que le consta
en vigor un señalamiento vigente por INTERPOL y SIRENE por
sustracción de documentación, vehículo y placas.
Tras gestiones realizadas por este Grupo de Investigación,
se conoce que el conductor (Y.E.H) del vehículo, que se
corresponde con un Ford Mondeo con placas francesas, lo
vendió al chatarrero, a consecuencia de un accidente que
tuvo en Marruecos cuando se dirigía a Francia.
Puestos en contactos con las autoridades francesas, dan los
datos concretos del propietario de vehículo, (B.E.M. con
domicilio en Francia) el cual denunció su sustracción en
febrero de este año en la localidad francesa de
Charlevuilles-Mezieres.
De estos hechos se ha dado cuenta a la Autoridad Judicial
así como a INTERPOL y Sirene.
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