El jugador del Sporting de Gijón, que participó activamente
en la primera jornada del campus de verano categoría alevín,
recordó que “ya había participado en otros campus en Cádiz,
en el Rosal y en San Fernando y siempre que te llama algún
conocido no me lo pienso dos veces, porque es bonito para
los niños. Han terminado el curso escolar y tienen la
oportunidad de jugar al fútbol, además de hacer amigos y
pasárselo bien; es bueno que mejoren aspectos futbolísticos
porque no se sabe si el día de mañana alguno de ellos puede
llegar a la Primera División”.
Cuestionado por el consejo que se le puede transmitir a los
jugadores alevines, responde que “están en un momento
importante porque aunque parezcan muy pequeños te das cuenta
al que le gusta el fútbol y quiere seguir adelante. Todos
hemos sido niños y yo era de balón, balón y balón. Recuerdo
que muchos compañeros míos eran muy buenos con esta edad y
por distintas circunstancias lo dejaron y no pudieron
llegar. Lo principal es que se diviertan con la pelota, sin
exigirles y si de verdad les gusta seguro que mejoran”,
añade.
Disciplina
Del nivel de los alevines en la toma de contacto en la
mañana de ayer en el José Benoliel, apuntó que “todos le
ponen muchas ganas y están muy atentos a las indicaciones de
los profesores (Dani Olsson, Juanma, Krios, Rafa Salcedo y
Garrido), que es importante en estas edades; a algunos se
les ve más sueltos, pero todos ponen muchas ganas”.
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