En la pasada colaboración, quedó establecida la
bipolarización existente tanto en el personaje, como la
personalidad de Franco, bipolaridad que quedó aclarada, se
produjo y se sigue produciendo por las posibles
manipulaciones interesadas que sobre su figura se siguen
realizando. También quedó definida en función de lo recogido
por uno de sus biógrafos, que “…las grandes contradicciones
que se dicen se manifiestan en el personaje o en la
personalidad Franco, no son en función de lo expresado por
él, que en realidad nunca dijo nada,… ni en función de sus
compromisos, que nunca se comprometió a nada,…”
Siguiendo el discurrir discursivo de Preston, el biógrafo al
que me refiero, debemos interpretar que para definir a
Francisco Franco Bahamonde, el análisis a realizar sobre su
personalidad, lo debemos de concretar en sus hechos…en sus
acciones, que son las que en realidad lo estigmatizan, lo
señalan y lo definen.
Y es en función de este criterio, y por sus comportamientos,
primero en la guerra de África, en la segunda República, en
nuestra confrontación civil, y como Jefe del Estado español,
con poderes plenos y totales sobre España y todos los
españoles cómo se podría definir la personalidad de Franco,
en función de lo que hizo o dejó de hacer.
Para mi después de un elemental análisis: De su trayectoria
en la guerra de África, donde se abstuvo de la convivencia
normal de los mandos en beneficio de sus hombres, de su
trayectoria siendo el General más joven y condecorado, de su
trayectoria en la Guerra Civil. Pero sobre todo y por encima
de cualquier otra argumentación, al compararla con aquellos
que teniendo una centésima parte de sus poderes, y
habiéndolo ejercido como máximo un 30 % del ejercicio que
realizó Franco, no me queda más narices, que en un primer
momento sorprenderme por la austera simplicidad del
comportamiento de Franco, y aceptar que el “DICTADOR” era un
verdadero ÁCRATA, que se regía al no tener ninguna normativa
a la que atenerse por la que él se imponía. Y en función de
esa imposición, interpreto tal vez equivocadamente, que su
comportamiento se rigió por el mandato, de no desear para su
prójimo lo que no desees para sí, y la prueba de ello me lo
da su entorno más próximo y la carencia que observó de parte
de sus familiares más directos en puestos afines al poder.
Como también me choca la casi absoluta carencia patrimonial
de sus familiares más directos. Como también me sorprende la
austera vida que llevó como jefe del Estado
Estas pequeñas pinceladas, me muestran no tan sólo la
rigidez de sus convicciones, sino la severidad que tenía
para la imposición de sus propios marcos. Lo que bien
pudiera suponer para muchos, una contradicción en sí mismo,
y para casi todos los políticos actualmente en ejercicio, un
perfecto mentecato, por no querer asegurar el futuro de sus
descendientes.
En cuanto a la ejecutoria de su DICTADURA según nos
confieren las acciones concretadas en la LEGISLACIÓN
LABORAL, UNIVERSIDADES LABORALES, VIVIENDAS SOCIALES y sobre
todo la Ley de ARRENDAMIENTO URBANO creo recordar de 1945,
fueron, y algunas de ellas lo siguen siendo, las más
progresistas del mundo occidental. Por lo que en función de
ellas, tendremos que aceptar que fue el diseñador del
COMUNISMO A LA GALLEGA, con ausencia total de las matanzas
habidas en el comunismo a la rusa, o del comunismo chino.
Reconocido como verdad irrefutable lo expuesto, también he
de reconocer, que la Ley de Arrendamiento Urbano, conllevó
la pérdida del mercado del alquiler, con las consecuencias
derivadas a la actualidad, de una imperfecta redacción de la
Ley que ahuyentó al capital de meterse en este sector, lo
que produjo un encarecimiento de los alquileres y un
progresivo retroceso en la oferta de vivienda para su
arrendamiento, por lo que nos encontramos con un mercado del
inquilinato cuyo costo, conlleva en la rentas mas baja casi
el 70 % de la misma.
En cuanto a la Legislación Laboral, la más progresista del
mundo Occidental, conllevó desde su inicio una gran pérdida
de puestos de trabajo y de seguir con ella, la extinción del
laboral como tal. Quiero especificarles a aquellos que
quieran degollarme, que el paréntesis creado con el boom de
los sesenta no es atribuible, ni muchísimo menos, al Plan de
Estabilización realizado en el segundo lustro de los
cincuenta, sino fundamentalmente al terror que producía en
las democracias occidentales, la expansión comunista de esa
década, lo que coadyugó al crecimiento de la sociedad
española en las siguientes tres décadas.
He de aceptar y aplaudir la acertadísima política promulgada
por el Franquismo através de las Universidades Laborales y
el grado que alcanzó en la formación profesional e
intelectual de las juventudes para su integración en la
economía nacional.
En cuanto al enigma sobre la figura de Franco, el tiempo nos
está mostrando la carencia del mismo, el ejemplo lo tenemos
en sus mayores detractores, los que más lo injuriaron,
ultrajaron y difamaron. Ahora, reunidos todos, acuerdan en
reconocimiento y defensa de lo que bajo su mandato se
legisló, su BEATIFICACION, mediante la convocatoria de una
huelga general para el 27 de septiembre del año en curso. De
celebrarse habrán conseguido su SANTIFICACIÓN.
Mientras la realidad expuesta se materializa, el mercado
laboral sigue perdiendo puestos de trabajo y con ello se
propicia el debilitamiento del Estado, de la sociedad, de la
familia y más penalidades. Y todo ello porque al puesto de
trabajo le ocurre lo mismo que a la personalidad de Franco,
que quieren que quede encubierta bajo intereses indeseables.
Para evitar el estancamiento que están provocando los
comportamientos alrededor de la Legislación Laboral y el que
va a seguir estimulando la inocua reforma realizada esta
misma semana, mi sugerencia a los que les competen reactivar
la economía nacional, es que defiendan el puesto de trabajo
por encima del individuo, sin que ninguno de los laborales
puedan tener perjuicios económicos con ello, sino todo lo
contrario, que pudiera conllevar un aumento cuanto menos del
10% sobre los ingresos netos, sin que este costo repercuta
sobre el empresario. Para ello se debe tener presente y no
perder la visión que sin puestos de trabajo podrán haber
muchos individuos, pero puestos de trabajo sin individuos,
ninguno.
Y yo me pregunto, porqué puñetas no se reúnen de una
pajolera vez: Gobierno, Partidos Políticos, Centrales
Sindicales, Empresarios y Autónomos y toman la decisión de
darle al laboral, lo conseguido económicamente hasta ahora,
al Estado lo que realmente le corresponde y al empresario,
emprendedor o autónomo, que es el que va a pagar, que le
devuelvan la dignidad y que se le incentive por crear
empleo.
Y al poner cada cosa en su sitio, y al observarse que la
riquezas de los Estados se encuentran en su economía
productiva, premiar al mantenedor del Empleo.
Y sobre todo premiar a los creadores de empleo que son en
realidad sobre los que gravita el peso mayor de la economía
productiva, al representar el coste mensual de un mil
eurista con todas las repercusiones que su salario conlleva
incluyendo los 45 días anuales de despido, el montante
dinerario de 1.715,63 € mensuales. Siendo la percepción neta
del laboral 1.103,04 €, representando el puesto de trabajo
para las arcas del Estado en concepto de los diferentes
apartados o cuotas que se le aplica, el montante dinerario
de 7.351,08 € anuales, más la media porcentual a aplicar por
los impuestos de consumo que se pudiera estimar sobre el 3,5
%, conllevaría a que el Estado recauda anualmente de un mil
eurista sobre 7.892,85 €, lo que representa el 59,62% del
neto que percibe el laboral. Siendo este punto y no otro
donde los sindicatos debieran aplicar su fuerza, ya que el
laboral percibe neto de la empresa el 64,29 % menos de
dinero, del que la empresa ha de pagar por su puesto de
trabajo.
Los porcentajes por si solos son tan elocuentes que hacen
innecesario los comentarios.
|