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sociedad - DOMINGO, 27 DE JUNIO DE 2010


participantes en las jornadas. cedida.

 psiquiatría / TRASTORNOS ADAPTATIVOS
 

Respuestas patológicas
frente al estrés

La Unidad de Salud Mental aborda
las reacciones orgánicas o psíquicas
a acontecimientos concretos y
conocidos que sobrepasan la capacidad normal de adaptación del individuo
a la circunstancia conflictiva
 

CEUTA
José García

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Los trastornos adaptativos han centrado las últimas jornadas organizadas por la Unidad de Salud Mental, en las que se ha abordado desde sus manifestaciones clínicas y el diagnóstico diferencial hasta las actuaciones de enfermería, las técnicas de psicoterapia o las formas de intervención farmacológica.

Como explica el doctor Antonio Carrión, uno de los responsables de la unidad, varias han sido las denominaciones a lo largo de la historia de la psiquiatría que ha recibido este trastorno, hasta que en 1980 se hace una determinación conceptual en los manuales internacionales, como la Clasificación Internacional de las Enfermedades Mentales (C.I.E.) o el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos mentales (D.S.M). La denominación también se recoge en otros manuales como Reacciones Vivenciales Anormales Transitorias de la Personalidad.

Así pues, se trata de unas respuestas bien orgánicas o psíquicas de “intensidad patológica” que se presenta frente a un acontecimiento estresante concreto y conocido que sobrepasa la capacidad normal de adaptación del individuo.

Estos acontecimientos estresantes pueden ser múltiples y variados, y pueden afectar en todas las edades, culturas y condiciones sociales, no existiendo una correlación directa con estos elementos citados. Pueden presentarse en épocas infantiles: ingreso en el colegio, nacimiento de un hermano, fallecimiento de los abuelos, etc. O manifestarse en la edad adulta: separación matrimonial o de pareja, enfermedad crónica, sobrecarga laboral, maltrato físico o psíquico, disfunción familiar, accidente, etc.

Los síntomas se inician dentro de las 4-12 primeras semanas posteriores al acontecimiento o factor estresor. Sus formas de presentación son variadas coexistiendo síntomas ansiosos, depresivos, conductuales y somáticos.

Sin embargo, se definen seis subtipos: con ánimo depresivo; con síntomas ansiosos; con síntomas ansioso-depresivos (mixto); con trastorno del comportamiento; con alteraciones emociones y del comportamiento; o bien no especificado.

Por tanto, la psiquiatría debe hacer un diagnóstico diferencial respecto de lo que se considera una reacción normal a situaciones estresantes; duelo normal; trastorno por estrés postraumático; trastorno por estrés agudo; trastornos depresivos y ansiosos; trastornos de conducta; o descompensación de los trastornos del desarrollo de la personalidad.

El tratamiento debe realizarse conjuntamente entre Atención Primaria y la Unidad de Salud Mental en los casos que se cronifiquen o pasados los seis meses sin respuestas adecuadas.

También resulta muy importante la intervención por parte del equipo de enfermería y psicología, aplicando técnicas como la psicoterapia individual, la psicoeducación a los padres, las técnicas cognitivo-conductuales, las técnicas de relajación o afrontamiento y resolución de conflictos, etc. El uso de fármacos sólo está indicado los síntomas son muy intensos o existe de base cualquier otra patología psiquiátrica. Se usan principalmente ansiolíticos y antidepresivos para el manejo de ansiedad elevada, el insomnio y los síntomas depresivos conductuales relacionadas con el mismo proceso psíquico que se está intentando atajar.
 

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