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					El informe elaborado por Santiago Real, profesor del 
					Departamento de Psicología Experimental de la Facultad de 
					Humanidades, solicitado por el Área de Menores de la Ciudad 
					y enmarcado dentro del Programa Experimental de Maltrato 
					Infantil, a través de un convenio con el Ministerio de 
					Sanidad y Política Social, también analiza el origen 
					cultural de los menores que han sido sometidos a malos 
					tratos, así como las instituciones que han hecho constar el 
					problema al que se estaban enfrentando estos niños.  
					 
					Las entidades que más denuncian el maltrato son la escuela, 
					con un 30,1%, la familia, con el 22,2%, seguidas por los 
					Servicios Sociales, en un 13,9% y la Policía, en un 12%. “Un 
					mal informe escolar está presente en el 50,4% de los casos 
					de maltrato”, advirtió Santiago Real, que además añadió que 
					“el mayor porcentaje lo hemos encontrado en familias que no 
					están aisladas socialmente”.  
					 
					A la cola de estas instituciones se encontrarían los 
					servicios sanitarios, los juzgados e incluso el propio 
					menor. Con respecto al origen cultural, el maltrato se 
					reparte principalmente entre menores de origen cultural 
					musulmán, que representan el 62,3% de las denuncias; de 
					origen cultural cristiano un 22,8%, mientras que de origen 
					mixto serían un 13% de los niños. Pese a estas diferencias, 
					el abandono o negligencia es el tipo de maltrato que se da 
					en todos los grupos culturales mientras que el abuso sexual, 
					sin embargo, sólo aparece en menores de origen cristiano o 
					mixto. 
					 
					La resolución de estos 216 expedientes fue muy dispar. Así, 
					en el 14,4% de los casos, se produjo el acogimiento 
					familiar, mientras que en el 11,1%, los menores fueron 
					trasladados a centros residenciales. Sólo un 6,9%, fueron 
					dados en adopción.  
					 
					El resultado de todas estas conclusiones ha sido que las 
					acciones formativas que actualmente se están llevando a cabo 
					desde la Consejería de Sanidad para la detección del 
					maltrato infantil han sido fundamentadas en este informe.
					 
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