Pregunta.- ¿Cuál es el nivel de la selección de Cabo
Verde y cuáles son los jugadores más destacados con los que
cuenta?.
Respuesta.- Cabo verde en el ranking de la FIFA está en el
nº 100 del mundo. Somos el vigésimo tercer equipo de África.
Honestamente yo creo que cabo verde debería estar en un
puesto más alto, porque hoy en día, además de tener
jugadores de gran calidad, no muchos, pero si algunos, tiene
también jugadores de buen nivel por toda Europa. En España
está Dadi que juega en el Osasuna, Oswaldo en el Málaga. En
Portugal Lito de la Académica, Ricardo Passos Ferreira,
Marcos Suárez en el Leiría, Victor Moreno también en el
Leiría, Sandro en el Setúbal… Estos son algunos jugadores
que están en las primeras ligas portuguesas, en europa, y
que son nuestras primeras referencias.
Si quisiera hacer un equipo solo compuesto por jugadores que
están en Europa, en clubes de 1ª División podría hacerlo con
facilidad. Pero también hay jugadores que son referencia en
la selección y que juegan en Cabo Verde, como es el caso de
Dário que es el Capitán del Sporting da Praia, campeón de
Liga en Cabo Verde. Además él es también uno de los
capitanes de la Selección. Y después hay otros jugadores que
son titulares en la selección y que juegan en cabo verde
como es el caso de Nando, Nelson, For you, … Tenemos 4 o 5
jugadores que ocupan el lugar en el banquillo pero que son
referencia en la selección.
P.- ¿Qué importancia das al sistema de juego elegido,
1-4-4-2,1-4-2-3-1, 1-4-3-3, a la hora de defender o estos
números sólo son una referencia posicional para volver a
organizarse?
Le doy media importancia. En estos momentos no es solo la
Selección Nacional de Cabo Verde. Son todos los equipos del
País que nos organizamos igual.
Todos jugamos en un 4-4-2. Esta referencia posicional, desde
mi punto de vista, permite a los equipos ocupar mejor los
espacios. Pero fundamentalmente, ya que hablamos de un juego
dinámico y no estático, las formas geométricas que se crean
no son tan importantes, sino que lo fundamental es partir de
la posición y que el equipo tenga capacidad, por ejemplo, de
condicionar al adversario en una jugada. O a partir de esta
posición nuestro equipo sabe cuales son los movimientos
padrón que tenemos constituidos y que pueden ser realizados.
Por tanto, yo tengo un sistema de juego que desarrollé, pero
también sé que es fruto de las dinámicas posicionales que
suceden, que lo más importante no es cómo nos estructuramos,
sino qué es lo que somos capaces de hacer a partir de esa
estructuración inicial.
P.-Cuando su equipo pierde el balón ¿que considera
fundamental, el reorganizarse rápidamente en su propio campo
o dependiendo del rival el presionar inmediatamente en la
zona que perdido el balón?
Yo tengo la convicción de que… En primer lugar, yo quiero
presión en el portador del balón y en las zonas adyacentes.
¿Por qué? Porque ahí tenemos posibilidades de conseguir el
balón ya que el adversario no está organizado en el proceso
defensivo y eso me parece muy importante.
En segundo lugar, porque si conquistasmos el balón próximo
del área adversaria, ellos se van a sentir algo
condicionados para mover la pelota y puede que no intenten
jugar con la calidad que puedan tener, y en tercer lugar, a
pesar de estar momentáneamente desequilibrado el jugador que
hace la presión y los jugadores que están en zonas
adyacentes, la orden es “matar” la jugada, y al “matarla” ya
podemos organizarnos con tiempo. Por tanto, prevalece la
presión al balón e intentar recuperar la posesión porque sé
que si no lo consigo, en una segunda fase puedo reorganizar
a los jugadores con más calma, pero de inicio, aquello que
intentamos es conquistar el balón muy rápido para
aprovecharnos de la inestabilidad inicial que tienen.
P.- La forma de defender y el posicionamiento defensivo que
adopta un equipo ¿debe guardar relación con el tipo de
ataque que luego quiere realizar?
Yo creo que si, que todo está interrelacionado, por ejemplo,
si somos un equipo que jugamos en contraataque, no vamos a
presionar adelante, lo que quieres, en primer lugar, es que
el adversario venga, que te dé espacio a sus espaldas, y en
segundo lugar, que fruto de su dinámica ofensiva, se
desorganicen momentáneamente y solo así consigues el
contraataque. Es casi la única forma que tienes de
conseguirlo.
Si por otro lado, eres un equipo al que le gusta tener el
balón, no tiene sentido dejar un hueco y esperar a que el
adversario ataque. No. Lo que quieres es intentar presionar
lo más adelante posible y promover el movimiento del balón
en campo adversario. Por tanto, yo creo que la forma con la
que defendemos está íntimamente ligada con la forma que
atacamos. Porque una sin la otra, desde mi punto de vista,
no existe, porque, cuando se está defendiendo ya se está
preparando el ataque y yo creo que hoy en día es uno de los
secretos del fútbol moderno.
Preparas y anticipas aquello que va a suceder, y si esto
sucede, desde el punto de vista individual, si ves el balón
ya sabes por dónde va a llegar… y desde el punto de vista
colectivo también, a partir del momento en que está
defendiendo, ya estás posicionando a los delanteros, ya
sabes que al ganar el balón puedes ir hacia un lado
determinado porque es el lado que está más expuesto del
adversario fruto de esa dinámica.
Por eso yo creo que tiene sentido una forma de defender
porque tienes una forma de atacar y viceversa.
P.- En la defensa colectiva, prefiere que lo realice todo el
equipo, o por el contrario ¿puede haber jugadores que
participen menos activamente en la defensa?
En la fase defensiva: Toca defender. En mis equipos
promociono la solidaridad entre ellos. Y hay otra cosa en la
que creo. Todo el mundo debe saber que es lo que tiene que
hacer en cada momento del juego, y en la fase defensiva
sucede eso. Los jugadores más avanzados son los primeros en
defender y tienen que defender. Es obvio que ellos no van a
defender dentro de nuestra área y probablemente no entren en
el tercio defensivo del equipo.
Ahora bien, ellos son los primeros en defender y ellos
inician el proceso defensivo con sus movimientos y es a
partir de aquí que todo sucede, pero además de que los
jugadores ya saben qué tienen que hacer (todos defienden) y
cómo tienen que defender, ellos también deben percibir otra
cosa: La misión que tienen que cumplir es muy importante
para que el equipo consiga conquistar el balón. Y estoy
hablando de un equipo que no tiene un jugador que sea un
“crack” como Ronaldo, Kaká o Ronaldinho, que por si solo
consigue resolver las situaciones. En colectivo conseguimos
tender para un resultado más positivo y yo creo que hoy en
día los jugadores entienden claramente este mensaje: Cumplir
con nuestra misión y que es de extrema importancia para
conseguir recuperar el balón.
P.- ¿Considera que la defensa hombre a hombre, en un fútbol
tan zonal como el actual, está en desuso o sigue siendo
puntualmente una herramienta utilizable?
En primer lugar, actualmente la defensa zonal tiene todo el
sentido. Yo soy defensor acérrimo de la defensa zonal.
Defensa zonal no es de palabra. Enseñarle a un equipo que
sea capaz de defender una zona solo se consigue con
entrenamiento. Zona es igual a rigor. Zona es igual a
organización, Hay que trabajar mucho, mucho, mucho a
defender la zona.
Por otro lado, aún hay espacio para que en determinados
momentos del juego se realice una defensa hombre a hombre.
Dos ejemplos: un equipo con balón en proceso defensivo en el
tercio ofensivo, estamos en medio del campo adversario,
próximo a la portería, yo no quiero que mis defensas que
están garantizando la organización, la transición defensiva,
se queden simplemente mirando el juego con el contrincante a
dos o tres metros. Yo quiero que ellos marquen a ese hombre
¿por qué? Porque la transición del adversario queda muy
condicionada si las líneas que ellos tienen para mover el
balón están también marcadas. Veo equipos que durante la
fase ofensiva no tienen este hecho en consideración.
¿Y qué sucede? En el contraataque los defensas están lejos
del hombre con el balón y después ya tienen un problema, hoy
en día, sea el campeonato que sea, sucede otro aspecto: Zona
si, pero si estoy defendiendo en mi área, yo quiero que cada
hombre que pueda finalizar este marcado y si fuera posible
estar encima de ellos.
No quiero que ese jugador tenga cualquier hipótesis de
finalización. Yo creo que, cuando se habla de fútbol
moderno, se cae en el error de zona.
Yo creo que solo en estos momentos muy específicos que
comenté en el que hombre a hombre es fundamental. Es mi idea
del fútbol, que honestamente no es una concepción romántica
del juego, sino que está dirigida al pragmatismo: hacer
aquello que es nuestro juego, y después si podemos conseguir
que el otro equipo no juegue, eso sería perfecto. Y para
lograrlo a veces sólo se puede con estas pequeñas artimañas.
Por tanto: ¡Zona Si!. Yo soy defensor acérrimo de defensa
zonal, pero hay momentos en los que debemos parar y pensar.
El fútbol de hoy en día tiene mucho que ver con pensar los
pequeños pormenores.
P.- ¿Por qué crees que cada vez más los partidos de fútbol
se resuelven principalmente en CONTRAATAQUES o en ACCIONES A
BALON PARADO? ¿Crees que dos aspectos fundamentales del
juego ESPACIO y TIEMPO cada vez escasean más?
Yo creo que cada día que pasa se minimizan más las
diferencias. Casi todos los equipo trabajan con alguna
cualidad y están mínimamente organizados. Las diferencias
que existen entre los mejores y los peores clubes de un
campeonato están cada vez más reducidas porque el
contraataque y las acciones a balón parado resuelven los
partidos, y esto es real, es evidente.
¿Contraataque?. Cuando un equipo está jugando y si
momentáneamente se desorganiza ese es el instante que el
contrincante aprovecha. Podrán llegar con mucha más
facilidad a la portería adversaria cuando el equipo no está
organizado.
Y hoy en día, los partidos en los que hay una situación en
la que circula el balón con 30-40 pases y acaba en gol es
rarísima. En todo caso el Barcelona.
Ahora, lo que sucede es la transición. En el momento en que
se empiezan a construir, pierdes el balón y gol. Normalmente
sucede esto con los mejores equipos. Están defendiendo, un
adversario menor pierde el balón y acaba en gol. El Benfica
este año es muy fuerte en este aspecto.
En relación a las acciones a balón parado: Es el momento en
que se consigue reducir un 100% el grado de incertidumbre,
que es la característica del fútbol.
Yo cuando trabajo las acciones a balón parado de mi equipo,
quiero que el balón entre en un espacio concreto, para un
determinado jugador, otro por detrás, y una diagonal y el
balón que salga medio metro al lado, y tener zonas de ataque
para finalizar. Incluso cuando nuestro adversario conozca
nuestra acción, él está en posición de reaccionar y nosotros
de actuar. Esto es lo que marca la diferencia.
Es un momento en que podemos reducir el grado de
incertidumbre porque en ese instante el juego está estático,
parte para una situación dinámica.
Y yo creo que estas dos cuestiones son inherentes al hecho
del contraataque y a las acciones de balón parado. Por ser
uno de los aspectos que desequilibran un partido y cada vez
será más así.
P.- Cada vez se le da más importancia a un aspecto táctico
del juego por parte de los entrenadores, que son la
“TRANSICIONES”, pero ¿cómo puedes inducir a tu equipo a
reorganizarse de la fase de ataque a defensa y viceversa en
el menor tiempo posible?
Voy a repetir la cuestión de reducir el grado de
incertidumbre que este juego tiene para mi. Hay dos
situaciones fundamentales asociadas a las transiciones.
En primer lugar, el equipo tiene que percibir cual es el
momento de la transición. Es como si estuviéramos dando a un
botón para encender la luz.
Este es el momento en que pasamos de una fase a otra. Si
todo el equipo consigue comprender ese momento y está
preparado para darle respuesta, entonces la transición ya es
más fácil de realizar.
Después, el otro aspecto que está asociado a las
transiciones es: aquello que tú hiciste para preparar esa
transición, porque no siempre hay posibilidades de que los
once jugadores, en el mismo momento sean capaces de
responder al hecho de …. Perdemos o ganamos, ahí actuamos.
Ahora, es importante estar respaldado para poder promover la
transición. Te doy un ejemplo: en mi juego, y creo que el
del resto de entrenadores, si la pelota sale por la banda
lateral, yo que juego con un pivote defensivo y que también
tengo dos interiores, quiero que el medio interior se
posicione en cobertura y quiero que el otro medio se
posicione también en cobertura. Y es raro el momento en que
el adversario no esté inestable en una transición defensiva.
Otro ejemplo: es la posición de los jugadores delanteros.
¿Dónde quiero que estén mis delanteros o aquellos que están
más próximos del balón cuando el adversario juega por banda?
Yo quiero que estén en la misma banda. Porque si recuperamos
el balón y no tuviéramos posibilidad de salir hacia el lado
contrario y tuviéramos que jugar con profundidad, por lo
menos tenemos algún jugador en esa banda y eso nos permitirá
o bien subir o descansar un par de segundos.
Por eso, yo creo que este es un aspecto fundamental
inherente a las transiciones: y es garantizar previamente la
transición.
Después, ¿cómo entreno las transiciones? Hago muchos juegos
de espacio reducido con muchos jugadores.
Normalmente aquello que intento hacer es trabajar
sectorialmente y obligar a que, por ejemplo, los cuatro
medios trabajen juntos y al recuperar el balón ellos ya
saben donde están las referencias tanto ofensivas como
defensivas para conseguir que el balón circule hacía las
zonas de referencia. Esto es lo que trabajo para la
transición ofensiva.
Para la transición defensiva lo que intento es recuperar la
pelota, presión máxima en el centro del juego y después
tienen tres opciones:
O ganamos el balón, o condicionamos el juego del adversario
o sino hacemos falta. Yo intento crear estas tres
situaciones.
Ese es el momento que yo quiero que mi equipo tenga en
consideración. Hay tres cosas que intento trabajar mucho en
mi metodología: las transiciones, las acciones a balón
parado y organización posicional defensiva. Creo que son 3
aspectos fundamentales.
En este momento, en el contexto actual, si eres muy riguroso
en este aspecto, puedes tener éxito
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