Los slogans:”critica que algo
queda” y “no hay más mentiras que las medias verdades”, son
aprovechados por las “telemierdas” par mantener la atención
y el interés de sus seguidores que cada día, todo hay que
decirlo, son menos.
No me cabe duda alguna, que a pesar de la cantidad de
analfabetos existentes en nuestro país, todo hay que
decirlo, que cada día aumenta en cantidad, llegará un
momento que a pesar de su analfabetismo y tragarse todo lo
que les dicen las “telemierdas”, basándose en me lo ha dicho
o comentado un primo, del sobrino de un amigo del tendero
cuyo cuñado tiene una barbería y que está separado de la
prima del estanquero, dejarán de interesarse de todas estas
historias, la mayoría de ellas basadas en el me lo han dicho
o me lo han comentado, todos aquellos mencionados
anteriormente, y le volverán las espaldas a semejante
programas de las “telemierdas”.
Una de las últimas noticias que han dado basándose,
naturalmente, en suposiciones, es lo que ha costado el viaje
a Suecia de los príncipes de España, para asistir a la boda
de la futura reina de los suecos.
Qué quieren estos personajillos, qué vayan andando y España
haga el ridículo ante el resto de las monarquías del mundo
mundial. Oiga, igual quieren que su llegada a la catedral,
para asistir a los acto, lo hubiesen hecho en taxi. Cosa
está que le daría motivo para realizar una crítica sobre los
príncipes de España. La cosa consiste en, de una u otra
forma, poder realizar la crítica correspondiente.
No les vendría mejor, dar a conocer al personal lo que gana
cada uno de los tertulianos que participan en estos
programas diciendo chorradas y contado cuentos sobre
personajillos o famosillos del tres al cuarto de la
sociedad, incluido el salario del presentador de estos
programas de “telemierdas”. Algunos se iban a llevar una
sorpresa, al conocer esos salarios para no producir nada de
provecho, sólo siempre los mismos cuentos sobre los mismos
personajes, par que la cosa no decaiga.
Pero no sólo han lanzado críticas sobre lo que ha costado el
viaje de los príncipes de España, sino que también han dado
a conocer lo que cuestan las vacaciones del presidente del
Gobierno y de los Reyes de España cuando se trasladan a
Mallorca, incluso lo que cuesta poner el barco en marcha
para que el Rey navegué por las aguas mallorquinas.
Por supuesto que las cantidades dadas no se asemejan, ni en
un porcentaje mínimo a la realidad de los gastos. Claro que
se callan los benéficos que producen las vacaciones de los
Reyes a Mallorca, con todos los que acuden a participar en
las regatas de cada año y lo que ello supone económicamente
a la ciudad, cada día, la estancia de los Reyes de España,
entre el gasto de la casa real y el de esos visitantes que,
precisamente, no son unos “boyaos”, sino todo lo contrario.
Si yo fuese el alcalde de alguna ciudad con mar, estaría
dispuesto a pagar todos los gastos que produjesen las
vacaciones de los Reyes en mi ciudad. Sólo porque los
beneficios siempre serían superiores a los gastos.
Pregúntenles a los mallorquines.
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