El pasado mes de febrero,
compartía con los lectores del diario El Pueblo de Ceuta mis
reflexiones sobre el anuncio efectuado en los medios de
comunicación de la ciudad en relación al inicio de
movilizaciones de un grupo de desempleados ceutíes de la
construcción apoyados logísticamente por la central sindical
mayoritaria dirigida por Juan Luís Aróstegui, CCOO. En aquel
momento, señalé que los ceutíes experimentaríamos en el día
a día el recrudecimiento en las hostilidades hacia el
Presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas proveniente tanto,
desde esta central sindical como, desde la nueva coalición
nacida, Caballas.
Los ceutíes, somos conocedores tanto, de las últimas cifras
dadas a conocer en referencia a la población activa, que nos
sitúan líderes del desempleo de la Europa del Euro con una
tasa de desempleo que supera el 20% como, de las medidas
antisociales puestas en marcha por el Ejecutivo socialista;
incremento en la edad de jubilación, congelación de las
pensiones, reducción del salario de los funcionarios, subida
del IVA, subida de las tarifas del servicio eléctrico,
eliminación de los 400€ del IRPF, del cheque bebé o la
drástica disminución de la oferta de empleo público. No
obstante, pese a la negatividad de las decisiones
mencionadas, los ciudadanos en general hemos descartado,
hasta el momento, apoyar algunas de las movilizaciones
planteadas como muestra del compromiso ciudadano.
Pues bien, en nuestra ciudad, nos encontramos con un reducto
del proletariado representado en la figura de quien busca
ansiosamente reeditar éxitos políticos del pasado a través
de la manipulación de quienes sufren el efecto más negativo
de nuestra actual situación de crisis económica, los
desempleados aunque, en un reducido número. Sin embargo, el
perjuicio que ocasionado a la sociedad ceutí es más que
evidente, cuando un grupo que no supera las cien personas
recorre la zona centro imposibilitando el tráfico rodado
entre las 11:30 y las 12:30 horas. La indignación embarga a
una ciudadanía, que comienza a perder la capacidad para
soportar con resignación esta deplorable situación tras
meses de movilizaciones, la paciencia.
En definitiva, una vez más, los ceutíes nos convertimos en
protagonistas de una nueva aventura política protagonizada
por quien desempeñó importantes responsabilidades políticas
en el pasado, por quien representa a miles de trabajadores
afiliados a un sindicato mayoritario, entre los que se
encuentran muchos de los ciudadanos que ven pisoteados sus
derechos como trabajadores y por quien ha protagonizado las
actuaciones más vergonzosas, siempre en nombre de una
presunta defensa de esos mismos intereses, a lo largo de
nuestra corta historia democrática. Ahora, es momento de
exigir a las autoridades competentes una respuesta en
consonancia a las movilizaciones que coartan el derecho de
los trabajadores a desarrollar dignamente sus labores
profesionales desde hace cinco meses.
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