La noche de ‘San Juan’ de 2005 no ha escapado de la memoria
de muchos ceutíes. El impacto de una bengala sobre la arena
del Chorrillo se saldó con más de una veintena de heridos,
entre ellos, tres policías. Más de diez afectados
denunciaron el suceso que produjo, en algunos casos,
quemaduras de primer y segundo grado, y traumatismos
auditivos. Las diligencias policiales fueron remitidas al
Juzgado de Instrucción 4 que, hasta la fecha, no se ha
pronunciado ni ha tomado declaración alguna.
Cinco años después, más de una veintena de heridos que
sufrieron el impacto de una bengala en la playa del
Chorrillo en la noche de San Juan, siguen sin respuesta
alguna al fallo de un objeto pirotécnico. Quemaduras de
primer y segundo grado, traumatismos auditivos y, en el peor
de los casos, ampollas en el quince por ciento del cuerpo de
un policía nacional, fueron los resultados del desvío, en la
trayectoria, del cohete. Más de diez ceutíes que estuvieron
en el escenario de los hechos aquella madrugada del 24 de
junio de 2005, denunciaron el trágico suceso ante la
Comisaría de Policía. Diligencias que fueron remitidas
directamente al órgano judicial que por aquella fecha se
encontraba de guardia, concretamente, el Juzgado de
Instrucción número 4.
Y hasta la fecha actual, ninguno de los perjudicados ha
declarado ante el juez para relatar qué ocurrió en el último
espigón del Chorrillo. “Nunca obtuvimos respuesta por parte
de la Ciudad, ni de la empresa de los fuegos artificiales ni
del juzgado. A mí sólo me llamaron una vez para que el
forense me examinara ya que estuve una semana sordo de un
oído porque la bengala calló directamente sobre mi oreja,
quemándome toda esa zona de la cara y el cuello”, recordó
Rafael Calle, herido por aquel fuego. Según consta en la
denuncia que formuló este ceutí en la Comisaría de Policía,
a las 10:20 horas del 24 de junio de 2005, varios amigos
disfrutaban de los festejos de San Juan cuando un cohete se
precipitó, sin control, sobre el gentío. “Me encontraba en
la zona afectada por el impacto sufriendo las consecuencias
de la deflagración espontánea de dicha bengala, que me
ocasionó un traumatismo auditivo. Cuando me estaban curando,
recuerdo haber visto a otras diez o quince personas
recibiendo cuidados médicos en el hospital del INGESA”,
especifica la denuncia.
Similares a estas, fueron otras denuncias formuladas por más
perjudicados que “tampoco han sido llamados para declarar
ante el juez de Instrucción número 4”, apuntó el ceutí.
Casualmente, durante la mañana del martes, dicho órgano
judicial fue inspeccionado por un representante del Tribunal
Superior de Justicia (TSJ), concretamente, por el presidente
de la Audiencia Provincial de Cádiz, Lorenzo del Río, junto
a la secretaria de Gobierno de Justicia en Ceuta, Josefa
Vilar. Según especificó la máxima representante de dicha
Administración en la ciudad, este tipo de supervisiones son
usuales en todos los órganos judiciales del país y sirven
para controlar la “marcha” de los mismos.
“Este órgano cuenta con un 99% de interinos, un elevado
número de asuntos y además se le añaden las competencias de
violencia de género. Sí que es cierto que ha mejorado su
actividad aunque somos conscientes de que mantiene muchos
procedimientos antiguos, por lo que se elaborarán una serie
de recomendaciones con el fin de poner al día los diferentes
asuntos”, concretó Vilar.
De una manera u otra, Rafael Calle y el resto de
perjudicados por el impacto del cohete siguen esperando una
respuesta por parte de la Justicia.
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