La magistrada del Juzgado de Instrucción 13 de Málaga tomó
ayer declaración, como imputados, a los dos cirujanos de la
clínica ‘Doctor Pascual’ después del fallecimiento de la
ceutí Encarnación Salazar tras la práctica de una
liposucción y una reducción de pecho. Los médicos
reconocieron que hubo perforaciones en el intestino por lo
que serán los forenses los que ahora determinen si hubo, o
no, mala praxis.
Los dos cirujanos plásticos de la clínica privada ‘Doctor
Pascual’ de Málaga declararon ayer, en calidad de imputados,
ante la titular del Juzgado de Instrucción número 13 de la
capital malagueña, donde esclarecieron los hechos relativos
a la investigación ya iniciada tras el fallecimiento de la
ceutí Encarnación Salar, después de ser intervenida para una
liposucción y una reducción de pecho el 1 de abril de 2008.
Ambos facultativos reconocieron ante la magistrada del
órgano judicial que la ceutí sufrió dos perforaciones en el
intestino durante la liposucción, e insistieron en que el
tratamiento que recibió a continuación fue el correcto.
Según ha podido saber EL PUEBLO, los protagonistas del
interrogatorio fueron dos forenses del Instituto de Medicina
Legal de Málaga, “con cuestiones y declaraciones muy
técnicas”, informaron fuentes cercanas a la familia.
Serán estos dos especialistas los que, a partir de las
declaraciones de los imputados y el examen del estudio
toxicológico y el histopatológico de la paciente, emitan un
informe para determinar si hubo, o no, mala praxis en el
caso de la ceutí, de ahí que hasta dicho dictamen no se
produzca ningún movimiento de tipo procesal.
Por su parte, el Ministerio Fiscal ya calificó los hechos,
en agosto del citado año, como un delito de homicidio por
imprudencia profesional.
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