La cena anual en la que el Rotary Club Melilla, celebra su
tradicional ceremonia del cambio de collar, -que simboliza
la presidencia rotaria-, tuvo como protagonista a Ana
Belmonte, conocida profesional sanitaria de la ciudad, que
emocionada, recibió el distintivo de manos de su antecesor,
uno de los rotarios más antiguos y, sin duda, de los más
queridos como es Hamed Maanan, conocido cariñosamente por
“Papi”. En el mismo acto se hizo oficial la incorporación en
las filas rotarias de un nuevo miembro, Rafael Donato y se
distinguió a Antonio González, Rafael Carroquino y Rafael
Jiménez, por sus constantes contribuciones al Club
Internacional fundado por Paul Harris en 1905, con más de un
millón de socios extendidos por 170 países. El conocimiento
mutuo y la amistad como ocasión de servir, uno de los
principios básicos del Rotary Club Internacional, tiene en
Melilla uno de sus más claros exponentes como se demostró,
una vez más, en la celebración de la gala anual, que tuvo
lugar en el Hotel Tryp Melilla Puerto, donde tiene fijada su
sede.
Una velada emotiva donde el compañerismo y el altruismo de
sus objetivos forman parte de la naturaleza intrínseca de la
asociación.
Tras la cena se inició la ceremonia del cambio de collar,
que a lo largo de la última anualidad ha estado una vez más
vez a cargo de Hamed Maanan, Papi, quien lo entregó a su
sucesora Ana Belmonte, que se encontraba junto a su hijo,
Justo Sancho Miñano, entre otros familiares y amigos.
La nueva presidenta, muy emocionada tuvo un muy especial
recuerdo para una de las personas más respetadas, queridas y
que más hizo por el Rotary Club, como fue “mi amiga Sol
Salama, porque gracias a ella estoy embarcada en esta
aventura que ha hecho que mi vida esté aún más concienciada
en servir a los demás sin pedir nada a cambio”. Palabras de
agradecimiento que extendió a su hijo, nuera, cuñada y
mejores amigos, así como a todos sus compañeros rotarios.
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