Hola otra vez amigo y compañero! , Sé que es festivo y que
no debo molestarte, aunque por otra parte seguramente tú
tambien estarás con el erre que erre, como yo.
¡Coño amigo!. Y este “coño no es sólo de cabreo, sino
también de frustración y de impotencia .
CABREO, porque nuestra situación revive día a día el
sentimiento de malestar de nuestros compañeros . FRUSTRACION,
porque nuestra lucha justa se ve sin el logro previsto
después de tantas reivindicaciones pues, “ ni puñetero caso
“ a la situación de malestar denunciada día tras dia en los
medios públicos ( todo está bien ); y de IMPOTENCIA , porque
no podemos hacer nada mas para influir en las reflexiones de
los que no quieren levantarse de sus poltronas.
Cuándo vamos a estar en paz y tranquilos los médicos de
primaria?
De un sistema cómodo de trabajo (cuando estábamos en los
ambulatorios) donde estábamos auxiliados por la presencia de
un DUE, pasamos a integrarnos voluntariamente en los centros
de salud donde nos quedamos sólos en las consultas, sin esa
ayuda tan importante como eran las enfermeras que, haciendo
honor a la verdad, muchas veces no sólo nos ayudaban
técnicamente , sino que también personal y moralmente antes
muy diversas situaciones adversas en nuestro ejercicio
diario de la profesión (GRACIAS A TODA LA ENFERMERÍA , pero
gracias con mayúscula ) .
Y nos integramos así, perdiendo desde el principio, pero de
una forma gustosa e ilusionados ante una reforma sanitaria a
todas luces necesaria y justa; haciendo frente a cualquier
novedad que a la primera cabeza pensante de la sanidad
estatal se le ocurriese, sin consenso alguno y menos con el
de los que llevamos el carro de la Sanidad día a día, se
pudiese tratar de una mejora real para el sistema de salud.
Claro que entonces con la famosa frase de unos de los
integrantes del famoso RODILLO : “ y al médico que no esté
de acuerdo, una patadita en el culo y a la calle”. Algunos,
y sobretodo, los interinos se venían abajo, por no emplear
otra calificativo -se acojonaban-. Hoy, amigo y compañero
ese no es el tiempo; hoy es el tiempo de: “Estos son mis
deberes y estos mis derechos y PUNTO”, pues así nos han
hecho sentir y actuar.
En nuestro querido Recinto Sur pusimos en marcha todos
aquellos programas que se nos ofrecían incluyendo dentro de
ellos el programa de las embarazada. Aguantamos
insoportables charlas y también soportamos a los famosos que
nos mandaron para hacernos creer en las ventajas de la
Sanidad cubana, queriendonos hacer comulgar con recetas
caseras de un sistema lleno de carencias, las cuales se
ponían de manifiesto cuando el regalo más preciado para un
médico de dicho país era un vademécum español.
Nos cambiaron las formas de registro de datos una y otra
vez; se pusieron en marcha los primeros ordenadores con sus
no insignificantes problemas; nos hicimos cargo junto con
Asturias de las primeras ecografias en Atención Primaria;
comenzamos con las famosas notas informativas sobre el gasto
derivado y el gasto farmacéutico; empezamos con los
genéricos; algunas veces participamos en estudios sobre
patologías y tratamiento farmacológico de las mismas; nos
hicimos cargo de tutelar las prácticas de los estudiantes de
técnicos de laboratorios y de auxiliares de Clinica de
Formación Profesional y etc, etc, ...
¿Que por qué te cuento y recuerdo todo ésto?... ¡Amigo por
favor!... si apoyándome en tí lo estoy haciéndo de esta
forma, es por si alguien al leerlo, que seguro que así será,
toma un poco de conciencia, reflexiona un poquito y pueda
llegar a comprender que los médicos de Primaria, TAMBIÉN
SOMOS MÉDICOS.
Y al supuesto lector decirle que todo esto no es noltagia ni
melancolía, sino la reclamación, por enésima vez, de todos
nuestros derechos, pues con los deberes, ¿ no cree usted que
desde siempre estamos cumpliendo?
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